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Además de dinero en efectivo, la banda del Juvenal exige armas de fuego para liberar a las personas que mantiene secuestradas. De acuerdo con investigaciones de organismos de inteligencia, Juvenal Antonio Bravo Sánchez, alias El Juvenal, controla una megabanda de aproximadamente 60 personas, 30 de las cuales son del primer anillo, condición que los califica para portar armas largas.

 

La banda del Juvenal tiene a su disposición dos fincas ubicadas cerca de Las Mercedes del Llano (Guá). A esos predios ganaderos lleva a las personas que secuestran en el tramo Memo-Chaguaramas-Tiguigue-El Arbolito de la carretera nacional de los llanos guariqueños.

 

La organización delictiva posee seis camionetas. Emplea tres para interceptar y capturar a sus víctimas. Los delincuentes aprovechan que la víctima disminuye la velocidad para pasar los policías acostados del citado tramo. Es allí cuando una camioneta del Juvenal se coloca detrás del carro de la víctima a secuestrar, otra lo escolta por delante y una tercera se incorpora para trancar la vía. Alguien desciende y se monta con la víctima en el vehículo. Lo encañona y les hace devolver para tomar la vía hacia Las Mercedes del Llano. En el camino, un chofer del Juvenal toma el control del volante y precintan a las víctimas con tirro de embalar y una capucha.

 

Al llegar a una de las fincas donde los llevan, les ofrecen comida y desde sus mismos celulares llaman a los parientes para exigirles dinero. Les indican que el sitio para cobrar el rescate es frente a los silos de Chaguaramas. «Cuando llegue prenda las luces intermitentes”» es la clave que le dan. Al encender las luces, llegan dos camionetas con hombres portando armas largas a llevarse el dinero, de acuerdo con el testimonio de víctimas.

 

El viernes, el Juvenal y tres de su grupo se enfrentaron a una comisión policial en la finca Enmanuel, sector El Punzón de Las Mercedes del Llano. De allí huyó hacia El Pregón, caserío donde suele pernoctar.

 

(ÚN)