Las denuncias forman parte de LaIguana.TV, siendo así no podemos dejar pasar una que por las características que posee, es muy grave, ya que se trata de esa protección al salario y de esa justicia que tanto ha venido mencionado el presidente Nicolás Maduro en los últimos tiempos, en referencia a la especulación y usura que se ha desatado en todos los niveles, y principalmente en la adquisición de bienes y servicios.
En esta oportunidad tiene que ver con un servicio que es fundamental y necesario para el desarrollo de las actividades diarias de las personas, no es otro que el transporte público, desde hace un tiempo se ha desatado una ola especulativa en el cobro del pasaje, específicamente en la ruta Caracas-La Guaira, específicamente en los buses que salen desde Capitolio y Gato negro con destino al litoral.
Veamos entonces, como se desarrolla tal situación, el pasaje en la ruta que va desde Catia La Mar hasta Capitolio y Gato Negro, y viceversa es de 24 bolívares en su precio justo, pues los choferes de las líneas asociadas, pasadas las 6 de la tarde en la ciudad capital empiezan a cobrar 50 bolívares, así como lo lee, ósea incrementan el pasaje en 100% su valor, desde cualquiera de los 2 puntos para bajar a esta zona varguense.
Día tras día, quienes viven en esa parte del país deben hacer de tripas corazones y pagar el abultado precio, que aunque pareciera poco es mucho cuando se suma a 5 días por semana, lo llevas a un mes y así sucesivamente, cuando se dan cuenta prácticamente todo el salario de un mes se lo dejaron a los camioneteros especuladores, porque vale recordar, que la mayoría de los habitantes del estado Vargas, trabajan en Caracas desde siempre, y como la necesidad de llegar a su casa es grande tiene que pagarlo, generando así una situación en la que el salario no está siendo protegido.
Ahora bien, no siendo esto suficiente, los reclamos de los usuarios parecen no importarle a los choferes, ya que ellos no bajan las tarifas y todo lo justifican “con que el carro es suyo”, y si la gente se pone muy remolona sencillamente cierran las puertas y no cargan así de sencillo, parece increíble pero todos estos desmanes suceden ante la mirada atónita de los efectivos de la Policía Nacional Bolivariana, que se encuentran en ambos puntos, ya que ni tan siquiera son capaces de moverse a poner un parado a la situación, peor aun se hacen de la vista gorda, dando la impresión de que les fastidia cuando los usuarios van y se quejan.
Lo que no se comprende en todo este asunto, es que si en la ciudad de Catia La Mar el gobierno regional de la entidad hace un mes inauguró un muy bonito y completo terminal precisamente para darle más confort y protección a los pasajeros, no haya una efectiva coordinación con el gobierno municipal de Caracas para frenar estos atropellos y abusos, cuando por todas las vías se hace saber de esa irregularidad. El llamado es que sumen voluntades las partes involucradas en la resolución de este conflicto y tomen cartas en el asunto de una vez y no dejen que esto siga pasando.
(LaIguana.TV)
