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Este martes 11 de agosto el periodista venezolano Vladimir Villegas hizo público un artículo de análisis político titulado: «¡Cambio de rumbo, señor conductor!». A través del mismo, el citado comunicador se permite realizar una reflexión más o menos breve sobre la realidad actual del país y sobre «la situación de preocupación, angustia e incertidumbre que hoy día vive la nación».

 

Villegas, mediante este texto, señala que frente a lo que ocurre en nuestra cotidianidad como país existe una «ausencia de políticas acertadas» y esto no le permite a los venezolanos vislumbrar una luz al final del túnel. No obstante lo anterior, destaca, el problema no tiene que ver con buscar culpables, ni con achacarle la culpa a los bachaqueros o al gobierno, pues esto «por sí solo no nos sacará del brollo en el cual estamos metidos».

 

De poder hablar con el presidente de la República, Nicolás Maduro, este periodista afirma que le repetiría buena parte de lo que ha escrito. «Le diría, por ejemplo, que se detenga a pensar en su responsabilidad histórica, en lo peligroso que puede ser para la estabilidad política y social del país seguir postergando la toma de decisiones, que deberían nacer de la consulta más amplia y a la vez más rápida posible», acota.

 

«La población, sin importar cómo piense o cómo vote, necesita ser escuchada. Y sobre todo necesita tener confianza en que sus gobernantes y su liderazgo social, económico y político están haciendo todo lo posible, y en conjunto, para darle soluciones a sus problemas más apremiantes. La dignidad de un pueblo no se puede seguir diluyendo en colas y más colas», enfatiza.

 

Para este comunicador, quien lleva el volante de una nación debería saber girar para evitar barrancos y también debería saber cuándo detenerse para evaluar el camino y rectificar rumbos. «Ninguna rectificación es tardía, sobre todo cuando es inevitable rectificar», argumenta.

 

Por último, Villegas hace un llamado al diálogo amplio y concreto y a la unidad nacional para enfrentar y vencer la crisis. «Hablarle con la verdad al país sobre la magnitud de la crisis y los escenarios planteados. Y, por supuesto, apretarse los pantalones y tomar las medidas que la situación reclama. No queda de otra, si queremos evitar convulsiones que pueden resultar fatales», concluye.

 

(LaIguana.TV)