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La concentración de la derecha ecuatoriana culminó con casi un centenar de personas heridas además de daños a la propiedad privada y patrimonial.

La marcha realizada el jueves por sectores de oposición ecuatoriana en contra del gobierno del presidente Rafael Correa se desarrolló en medio de acciones violentas en la que se registraron enfrentamientos con funcionarios policiales.

 

El saldo de los actos violentos fue 86 policías heridos a escala nacional y 20 civiles lesionados, tres de ellos trabajadores de la prensa.

 

Estas cifras fueron emitidas por el viceministro del Interior, Diego Fuentes, quien ofreció el balance en una rueda de prensa. En ella también destacó que 46 personas fueron detenidas y que de los 86 policías heridos, 16 resguardaban el Palacio de Carondelet, en el centro histórico de la capital, donde se registraba una concentración en apoyo al mandatario de la nación suramericana.

 

Aunado a ello, los opositores causaron graves daños a la propiedad privada y patrimonial. Tras varios minutos de enfrentamiento se trasladaron a otro punto de la ciudad, donde los dirigentes dieron un discurso en el que incitaban a sus compañeros a tomar el Palacio de Carondelet -sede del Gobierno- por la fuerza.

 

El corresponsal de teleSUR en Ecuador, Freddy Morales, destacó que el Gobierno desplegó este viernes cinco mil policías para cuidar a los ciudadanos que cumplen sus jornadas habituales debido a que la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) anunció nuevas movilizaciones a partir de las 4:00 de la tarde hora local (21:00 GMT).

 

El presidente del país, Rafael Correa, ha emplazado al pueblo a mantenerse firme ante estos actos desestabilizadores de la derecha debido a que es una situación que no acabará pronto, debido a que está previsto que continúe para las próximas semanas porque estos sectores son financiados y asesorados por potencias imperiales.

 

“No existe un levantamiento popular contra Correa”

 

El historiador y profesor de la Universidad Católica de Quito, Juan Paz y Miño, comentó que el objetivo de paralizar el país fue logrado de manera muy parcial y aunque se quiere mostrar que la Conaie y la Federación de Trabajadores de Ecuador representan todo el pueblo, la realidad es que ellos son una parte mínima en comparación con el respaldo que tiene el presidente Correa.

 

“No es cierto que existe un levantamiento popular total contra el mandatario que pueda poner en riesgo a la presidencia”, dijo el especialista, quien recordó que Correa es apoyado por grandes organizaciones y la mayoría del pueblo ecuatoriano y esto es algo que ha quedado demostrado.

 

Comentó que en estas manifestaciones de la derecha evidentemente hay un interés político que es respaldado por la élite ecuatoriana como el magnate Álvaro Noboa quien es el hombre más millonario del país.

 

Contexto

 

Desde junio pasado la ultraderecha opositora en Ecuador ha protagonizado protestas que sólo buscan desestabilizar al Gobierno legítimo de Rafael Correa. La mayoría de las convocatorias, protagonizadas en Quito y Guayaquil, han terminado en violencia.

En un principio, la ultraderecha justificó las manifestaciones en rechazo a los proyectos de Ley de Redistribución para la Riqueza (herencias) y sobre las ganancias extraordinarias (plusvalías) presentados por el presidente Correa, enfocados en abordar las desigualdades en el país.

En un esfuerzo por promover el diálogo, el Jefe de Estado retiró temporalmente los proyectos de ley e inició conversaciones sobre equidad, distribución de la riqueza y otros mecanismos para abordar la desigualdad.

 

(teleSUR)