El canciller ruso, Serguéi Lavrov, ha sostenido que Occidente «está obnubilado» por su «autoproclamada grandeza e impunidad y por su autoasignado derecho a regir los destinos del mundo». Así contestó el jefe de la diplomacia rusa a RT en Español, que le pidió comentarios sobre el reconocimiento por parte de EEUU y algunas naciones latinoamericanas de Edmundo González como presidente de Venezuela, a pesar de la toma de posesión de Nicolás Maduro como presidente legítimamente elegido del país.
Lavrov indicó que esta «actitud despectiva» de los países occidentales evidencia su «presunción» y «desprecio por el resto del mundo». En este contexto, el canciller ruso denunció que para Occidente «la democracia significa solo una cosa: hacer lo que le dé la gana». «Es una declaración descarada», subrayó.
En este sentido, Lavrov citó al secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, quien en pasado febrero declaró que en el sistema de relaciones internacionales, los países pueden elegir entre estar en la mesa o en el menú. «Es como lo que dijo Blinken: ‘Aquellos que no nos escuchen, no se sentarán en la mesa democrática, sino que estarán en el menú'», resaltó Lavrov.
«Esa es su manifestación directa. Al mismo tiempo, se consideran con derecho a dictar veredictos con respecto a resultados electorales», agregó.
No solo en América Latina
El ministro hizo hincapié en que Occidente interfiere en elecciones no solo en América Latina, sino también en otras partes del mundo. Puso de ejemplo las presidenciales de Moldavia, donde «todo fue organizado con el fin de impedir votar a medio millón de moldavos que residen en Rusia», mientras que «un número ligeramente menor de moldavos que trabajan en Occidente, tranquilamente y sin hacer cola, tuvieron la oportunidad de emitir su voto a favor de quien les dijeron: por la llamada presidente Sandu».
En este contexto, Lavrov también recordó «cómo se burlan del pueblo georgiano» y tachó la situación con las elecciones en Rumanía de «una vergüenza total».
Resumiendo, el canciller ruso apuntó que la injerencia en los resultados electorales que no satisfacen a Occidente es «pura hipocresía, un dictado completo, falta de respeto hacia las personas y, por supuesto, una sobreestimación colosal de sus propias capacidades intelectuales y de otro tipo».
Lavrov ha intervenido este martes ante periodistas locales y extranjeros en el centro de prensa del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia en Moscú, donde presentó un balance del año pasado.
Este 6 de enero, el Gobierno de Venezuela condenó un comunicado de la Casa Blanca en el que se insiste en reconocer como ganador de los comicios presidenciales de julio pasado al excandidato opositor Edmundo González Urrutia, y que da cuenta del encuentro que el político sostuviera con el mandatario saliente de EEUU, Joe Biden, al considerar que se trata de actos injerencistas.
Para Caracas, el pronunciamiento de Washington «representa una flagrante violación del derecho internacional» y es «un intento burdo por perpetuar la injerencia imperialista en América Latina».
(RT)
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