Este miércoles 23 de abril, el Ministerio Público (MP) inició una investigación por la desaparición forzada del venezolano Ricardo Prada Vasquéz, de 32 años de edad, detenido a finales del mes de enero en Michigan y posteriormente recluido en un centro de máxima seguridad en Texas. 

De acuerdo con una información compartida por The New York Times, se conoció que Prada trabajaba como repartidor en Detroit y fue retenido una noche, cuando recogió un pedido en un McDonald’s y por equivocación giró hacia el puente Ambassador, que lleva a Canadá. 

El venezolano fue detenido por las autoridades norteamericanas cuando intentó volver a ingresar a Estados Unidos (EEUU), lo pusieron bajo custodia y ordenaron su deportación.

Fecha de la desaparición 

De acuerdo con la publicación, Prada le informó a un amigo el pasado 15 de marzo que se encontraba entre los detenidos alojados en Texas, a la espera de ser repatriado a Venezuela. Esa noche, el gobierno de Donald Trump envió tres aviones con migrantes venezolanos hasta El Salvador. 

Desde esa fecha se desconoce el paradero del venezolano. No figura en la lista de personas deportadas en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), tampoco ha sido identificado en los videos difundidos en redes sociales. 

En este sentido, Javier, su amigo de Chicago con quien Prada tuvo comunicación por última vez, aseguró que «había desaparecido». Por su parte, el hermano del venezolano, Hugo Prada, quien vive en Venezuela, reveló a The New York Times que ha intentado averiguar qué ocurrió, pero hasta el momento no ha tenido respuesta. 

La desaparición de Prada generó la duda de que hayan sido deportados a El Salvador más personas de las que se tenían registros. The New York Times señala que se ha planteado la posibilidad de que algunos migrantes fueran deportados a otros países, sin que exista constancia de ello. 

Tras la publicación del medio estadounidense, el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos declaró que el joven había sido enviado a El Salvador el pasado 15 de marzo; sin embargo, no se encuentra en los registros de las personas enviadas. 

«El hecho de que su deportación y ubicación no estén en ningún registro de acceso público puede haber sido un simple descuido, pero la cuestión sigue creando inquietud entre los defensores de los migrantes y los académicos legales, que dicen que el caso de Prada sugiere un nuevo nivel de desorden en el sistema de inmigración, ahora que los funcionarios se enfrentan a la presión de cumplir con rapidez la promesa del presidente Trump de realizar deportaciones masivas», destaca el artículo de The New York Times.

Por su parte, un experto en migración de la Facultad de Derecho de Cornell aseguró que en sus 40 años de ejercicio y enseñanza del derecho de migración nunca había evidenciado una desaparición de ese tipo. 

Falsa vinculación con bandas delictivas 

Funcionarios del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos, no respondieron a las solicitudes de información sobre el caso de Prada, hasta que fue publicado un artículo con su caso. Luego de eso, el Departamento de Seguridad Nacional aseguró que los funcionarios habían revisado sus antecedentes cuando intentó entrar nuevamente a EEUU en Míchigan.

Los funcionarios determinaron que se trataba de una «amenaza» para la seguridad pública y lo calificaron con miembro de la extinta banda criminal del Tren de Aragua. Sin embargo, una investigación del Times encontró escasas pruebas de antecedentes penales o de asociación con dicha organización delictiva de la mayoría de los hombres enviados a El Salvador. 

(Laiguana.tv)

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