El periodista venezolano Clodovaldo Hernández, en la más reciente entrega de su programa Cara a Cara, tuvo la oportunidad de entrevistar a Ignacio Ramírez, presidente de la Federación Nacional de Derechos Humanos de Venezuela, quien ahondó sobre la génesis y matices enmarcadas en la Ley del Enemigo Extranjero.
El especialista aclaró que dicho instrumento legal entraba en vigor con el estallido de alguna guerra internacional, a fin de prevenir que los migrantes tuvieran conexión con el país antagónico de un determinado conflicto de intereses. No obstante, hoy en día sus preceptos fueron convenientemente malinterpretados a fin de justificar y avalar cualquier vejación o irregularidad dirigida a los extranjeros que residen en Estados Unidos.
“El día 15 de marzo, el señor Trump decide emitir una orden ejecutiva basada en otra ley absolutamente anacrónica, una ley que fue usada solamente en tres guerras en la que se vio involucrado los Estados Unidos. Que fue la guerra de 1812, cuando en una guerra no declarada los Estados Unidos se enfrentó al imperio francés, después en la Primera y la Segunda Guerra Mundial, donde Truman por un lado (Segunda Guerra Mundial) y el señor Woodrow Wilson (Primera Guerra Mundial) por el otro lado fueron los principales protagonistas”, indicó.
Partiendo de falsos puestos
Es así como la Ley Contra el Enemigo Extranjero se concibió para combatir a esos residentes de origen extranjero que pudieran atentar contra la seguridad o intereses del Estado norteamericano.
“Específicamente, la ley nació para combatir a las personas de origen extranjero que pudieran verse involucrado en situaciones de espionaje y en situaciones que pudieran poner en riesgo la seguridad del país, en el caso de que esos nacionales de esos países extranjeros estuvieran relacionados con naciones en la que Estados Unidos le hubiese declarado la guerra previamente, fue el caso de los alemanes, los austrohúngaros, los japoneses, los mismos chinos e incluso los italianos”, apuntó.
Como se mencionó con anterioridad, esa ley fue malinterpretada a conveniencia para justificar el secuestro y extradición de la comunidad venezolana.
“Entonces con fundamento a esa tesis absolutamente alocada, la emisión de esa orden ejecutiva fue avalada nada más, ni nada menos que por la fiscal de los Estados Unidos, la señora Pam Bondi, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, y el propio secretario de Estado, Marco Rubio. Ellos validaron esa orden ejecutiva que se reduce a cuatro páginas, partiendo de falsos supuestos y hechos inciertos”, agregó Ramírez.
Tan inciertos y falsos son esos argumentos, que la propia comunidad de inteligencia de los Estados Unidos emitió un informe para contrarrestar esa medida.
“Son 18 organizaciones, entre la que figuran la CIA, el FBI, el NCA y otras organizaciones importantes que hacen vida en el campo de la seguridad y de la inteligencia en los Estados Unidos, que acaban de producir un informe, con excepción del FBI, que advierten que la tesis de que en Estados Unidos existe una organización que pretendió ser argumento e instrumento para realizar esa deportación y esas expulsiones forzadas contra esos connacionales venezolanos, es absolutamente inexistente e improbable de demostrar”, puntualizó el entrevistado.
(Laiguana.tv)
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