A casi un mes del secuestro de la niña venezolana Maikelys Espinoza a manos de las autoridades estadounidenses, el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS en sus siglas en inglés) emitió un comunicado donde ratifica, sin algún tipo de pruebas, que sus padres son miembros del extinto Tren de Aragua y que la pequeña está bajo la custodia de una familia de acogida.
Según el Departamento, el padre de Maikelys, quien hoy en día está confinado en el campo de concentración conocido como el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT) de El Salvador, es un teniente del Tren de Aragua y que presuntamente orquestó delitos como: narcotráfico, secuestro, trata de blancas, homicidios y gestión de una casa de las torturas.
Por su parte, a Yorely Bernal, la joven madre que sufrió la xenofobia y el abuso de poder por parte de las autoridades norteamericanas, se le acusa de reclutar a jóvenes mujeres para inducirlas a la prostitución y al contrabando de estupefacientes.
“En asociación con el Departamento de Salud y Servicios Humanos, la niña fue retirada del manifiesto del vuelo de deportación (el que repatrió a la madre) por su seguridad y bienestar. La niña permanece bajo el cuidado y la custodia de la Oficina de Reasentamiento de Refugiados y actualmente está internado en una familia de acogida”, fueron las justificaciones del Departamento de Seguridad.
¿Cuáles son las denuncias del gobierno venezolano?
El Estado venezolano ha denunciado, a través de sus múltiples organismos e instancias, el secuestro de Maikelys y ha enfatizado que se trata de una de las políticas antinmigrantes encabezadas por la administración de Donald Trump.
En una oportunidad, Diosdado Cabello informó que la madre y el padre de la niña sufrieron un auténtico calvario desde el momento que migraron, siendo Panamá el primer punto de quiebre que dividiría a la familia, dado que las autoridades los aprehendieron con la intención de extorsionarlos.
“A la mamá de la niña, de Maikelys, llegó con su esposo a Panamá, los agarraron, los metieron en un cuarto y le dijeron: ‘Llamen a su familia que está en Venezuela, tienen que depositar 3 mil dólares’, ellos respondieron: ‘No, nosotros no tenemos’; pero los tipos insistieron: ‘Llamen a su familia’”, relató Cabello.
La pareja no cedió a la intimidación, puesto a que sus respectivas familias no contaban con el dinero, algo que no les cayó bien a los verdugos panameños.
“Entonces dijeron: ‘Bueno, si no nos dan los 3 mil dólares los van a estar esperando allá en Estados Unidos’. Cuando llegaron a Estados Unidos la migración los estaba esperando y los puso preso. Separaron a la mamá, la llevaron para un sitio, al papá para otro sitio y a la niña la robaron, porque ese es el término, se robaron a una niña. Después viene toda esta historia, la manipulación, el engaño. Ojalá que ellos estén reflexionando, porque es un gran movimiento mundial lo que se está viviendo”, denunció Cabello.
(Laiguana.tv)
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