1. La emergencia de una visión del mundo
La idea de un nuevo orden mundial bipolar dominado por China y Rusia cobra fuerza en un contexto de transformaciones geopolíticas profundas. A diferencia del bipolarismo de la Guerra Fría, que enfrentaba a dos bloques ideológicos enfrentados politico y militarmente, el escenario actual está marcado por el ascenso de un bloque euroasiático post-occidental que capitaliza el desgaste estructural de Occidente (EEUU Y Europa) anclados en sus estrategias de relacionamiento sobre la base de la dominación para favorecer sus intereses económicos por medidas de presión política y acciones militares, dando como resultado un gran rechazo y su pérdida de legitimidad internacional.
2. Occidente: hegemonía basada en la guerra
Desde la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos y sus aliados europeos han construido un polo de poder en occidente basando su dominio global no solo sobre pilares económicos y tecnológicos, sino también sobre el uso sistemático de la guerra como herramienta de control geoestratégico. Intervenciones en Serbia, Irak, Afganistán, Libia, Siria y, más recientemente, el apoyo directo a Ucrania, donde este país termina siendo víctima del uso de Occidente para hacer una guerra por mampuesto para atacar a Rusia. Todo esto expresión de una doctrina supremacista que ha dejado una estela de devastación, muerte, pobreza en los países agredidos y a lo interno de occidente; desgaste interno, crecimiento de la deuda interna y descrédito global.
Este uso de la fuerza ha terminado por erosionar la confianza del Sur Global, que perciben a Occidente como un actor que defiende un “orden basado en relaciones de abuso y dominación” que recurre al poder militar como mecanismo fundamental de relacionamiento cada vez más agresivo en la medida progresa su pérdida de influencia.
3. El genocidio en Palestina: el punto de quiebre moral
La guerra en Gaza y la complicidad directa de Estados Unidos y Europa en el respaldo a Israel al genocidio contra el pueblo palestino ha marcado un punto de inflexión ético.
El fracaso de organismos multilaterales como la ONU para imponer un alto al fuego, y el veto sistemático de Washington a resoluciones humanitarias, así como la permanente justificación de las acciones genocidas por parte de los europeos y de l propaganda “pro genocida” de las grandes compañías trasnacionales de comunicación occidental han terminado por agrietar la narrativa occidental de defensa de los derechos humanos y el derecho internacional.
El repudio global —desde América Latina hasta África y el sudeste asiático— no solo ha debilitado el poder blando de Occidente, sino que ha fortalecido el atractivo de alternativas geopolíticas como los BRICS+, que promueven discursos centrados en la soberanía, el multipolarismo y la no intervención.
4. Ucrania: la derrota estratégica de la OTAN
La guerra en Ucrania representa la expresión más directa del choque entre la hegemonía occidental y las potencias emergentes. La OTAN está frente a una derrota solo comparable con aquella que Vietnam le propinó a los norteamericanos, ha quedado entrampada en un conflicto que no ha logrado resolver ni con sanciones ni con armamento. Rusia, lejos de colapsar, no solo ha resistido el asedio económico y ha redireccionado su economía hacia Asia, África y América Latina. Rusia ha crecido; el BM y El FMI indican que antes de la agresión occidental contra Rusia está se ubicaba en el puesto 7mo en el ranking del PIB, en este momento Rusia se ubica en el 4to lugar.
El fracaso de los objetivos occidentales en Ucrania ha evidenciado las limitaciones de su capacidad militar, pero sobre todo ha dejado en evidencia su falta de estrategia de largo plazo frente a potencias como Rusia y China, que operan con horizontes más amplios y con ideas mucho más flexibles y fuertes que les permiten adecuarse oportunamente a contextos nuevos por mas agresivos que estos sean.
5. El eje China-Rusia: complementariedad estratégica
El fortalecimiento del vínculo sino-ruso no responde a una alianza formal como la de la Guerra Fría, sino a una convergencia estratégica ante un enemigo común: el orden occidental centrado en Washington y Bruselas. Rusia y China confluyen en poder militar, en fortalezas científico – Tecnológicas recursos naturales y capacidad de disuasión nuclear. Ambos se encuentran en sus fuerza financieras y económicas desembocando en una red global de influencia construida sobre la base de la confianza.
Ambos países han logrado coordinar acciones diplomáticas, financieras (desdolarización), energéticas y militares en foros como los BRICS y la Organización de Cooperación de Shanghái, que se han transformado en plataformas para disputar la arquitectura global diseñada por Occidente en el siglo XX.
6. ¿Bipolarismo o multipolarismo con núcleo euroasiático?
Aunque muchos analistas plantean un tránsito hacia la multipolaridad, recientemente se levanta con mucha fuerza esta tesis que sostiene que el mundo camina hacia una bipolaridad asimétrica, donde China y Rusia no solo desafían a Occidente, sino que se presentan como alternativa sistémica. No se trata únicamente de competir por influencia, sino de construir un nuevo orden internacional, con instituciones propias, monedas alternativas y valores distintos a los promovidos por el liberalismo atlántico.
En esta lógica, Estados Unidos y Europa no desaparecen, pero se ven relegados a actores secundarios, debilitados internamente por crisis sociales, políticas y económicas, y desgastados externamente por la pérdida de autoridad moral y por guerras que no pueden ganar.
7. La decadencia de Occidente no es inevitable, pero todo indica que está dentro de un camino difícil de revertir.
La obstinación en usar la guerra como herramienta de política exterior, por su complicidad en crímenes masivos como el genocidio palestino y por su incapacidad para adaptarse a un mundo donde ya no ostenta la hegemonía exclusiva. China y Rusia, lejos de ser meros rivales, se proyectan como los arquitectos de un nuevo paradigma geopolítico, donde el poder ya no se impone en solo con bombas, sino con visión estratégica, alianzas amplias fundamentadas en relaciones de reciprocidad y una narrativa contrahegemónica que seduce a un mundo cansado de la violencia occidental.
(Rodulfo Pérez)
Más noticias y más análisis de LaIguana.TV en YouTube, X, Instagram, TikTok, Facebook y Threads.
También para estar informado síguenos en:
Telegram de Miguel Ángel Pérez Pirela https://t.me/mperezpirela
Telegram de Laiguana.tv https://t.me/LaIguanaTVWeb
WhatsApphttps://whatsapp.com/channel/0029VaHHo0JEKyZNdRC40H1I
El portal de Venezuela.