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Este viernes 28 de agosto el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, exigió al presidente de la República, Nicolás Maduro, que facilite la reunificación de las familias originarias del hermano país que, tras el cierre de la frontera y por encontrarse en nuestro territorio de forma ilegal, han sido repatriadas. Estas declaraciones las ofreció el jefe de Estado neogranadino luego de reunirse con sus ministros para tratar la crisis que hoy atraviesan estos dos países.

 

«Sigue siendo prioridad la exigencia de que las autoridades venezolanas faciliten la reunificación de las familias y faciliten las recogidas de sus pertenencias que quedaron del otro lado de la frontera», destacó el mandatario, instando además a las autoridades venezolanas a detener la supuesta violación a los derechos humanos de los ciudadanos colombianos que hacen vida en esa zona fronteriza.

 

«Las personas que hacen vida allí no son paramilitares», señaló Santos, acotando además que los «deportados» solo son sujetos humildes que no le han hecho nada a nadie y que no merecían ser tratados de forma abusiva. Informó en este sentido que su canciller, María Ángela Holguín, se encuentra en conversaciones con sus homólogos regionales para fijar una reunión tanto de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), como de la Organización de Estados Americanos (OEA).

 

El presidente colombiano, en una clara y descarada lavada de manos, por último aseveró que la prioridad de su gobierno es atender las necesidades del pueblo en esta «emergencia humanitaria». Santos, quien jamás movió un dedo para ayudar y sacar de la pobreza al pueblo que vive como puede hoy día en el Norte de Santander, eludiendo otra vez su responsabilidad, concluyó así: «Nosotros no los abandonaremos. Esta es su patria y este es un país que los quiere y no va a descansar hasta volverlos a ver recuperar la normalidad de sus vidas».

 

(LaIguana.TV)