El pasado miércoles 5 de junio, el ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Diosdado Cabello, informó acerca de la captura de un sujeto de origen trinitario que habría ingresado al país con la misión de generar acciones violentas y desestabilizadoras.
En una nota publicada por Laiguana.tv, se detalla que este formaba parte de un grupo de mercenarios colombianos que llegaron al país, vía Trinidad y Tobago, y a quienes les decomisaron, entre otras cosas, armas y lanchas.
“No solo son colombianos los que están entrando por Trinidad y Tobago; también están ingresando mercenarios de Trinidad y Tobago”, expresó Cabello, al tiempo que precisó que “buena parte de las armas que iban a usar para desestabilizar a Venezuela las estaban trayendo desde Trinidad y Tobago, señor ministro de la Defensa de Trinidad y Tobago. Nosotros estamos en la obligación de investigar cualquier acción que vaya en contra de la paz de nuestro pueblo”.
En una investigación realizada por el portal La Tabla y publicada este martes 10 de junio en sus redes sociales, se detalla el extravío de un lote de armas pertenecientes a un fuerte militar de esa isla caribeña.
“Trinidad y Tobago ‘extravió’ casi 100 mil municiones. Son 25 mil 573 del Regimiento TTR, (cuartel Camuto), y otras 70 mil sin contabilizar de la Agencia de Servicios Estratégicos (SSA). ¿Por qué a la Primer Ministra le molesta tanto la vigilancia preventiva de Venezuela?”, señala un texto publicado en la cuenta en X de este medio digital.
En una nota publicada en el blog de La Tabla se precisa que, según información difundida el 16 de febrero de este año por el Trinidad Express, ese lote de armas pertenecía al Regimiento de Trinidad (TTR) y fue “trasladado en 2022 a un edificio cercano por filtraciones de agua y jamás llegó a destino. Hoy, vainillas marcadas con ‘TTR’ aparecen en escenas delictivas, vinculando el desvío con bandas locales y transnacionales”.
Detalla además que, aunque las municiones fueron trasladadas en 2022, fue tres años después cuando se dieron cuenta de la desaparición de las mismas. El jefe de Defensa de la isla, Darryl Daniel, ordenó una abrir urgentemente una investigación. “Nadie sabe cuándo desaparecieron realmente”, afirmó.
Esto, precisa la investigación realizada por La tabla, evidencia que en la isla se vive una crisis institucional que representa una amenaza para la región, debido a que auditorias policiales, que fueron reseñadas en mayo de 2024 por el portal Newsday, revelaron que estos pertrechos “se usaron en crímenes con rifles automáticos”.
Más adelante expone que, en 2024, la isla registró 623 homicidios, lo que representa 41.3 asesinatos por cada 100 mil habitantes. Cabe resaltar que en la isla operan más de 150 pandillas vinculadas al tráfico de armas y de drogas.
Entre esas bandas destaca “Jamaat Al-Muslim, con nexos en el crimen común y vínculos históricos con 130 combatientes en Siria e Irak, que operan como ejércitos irregulares”
Recalca La Tabla en su investigación que “las municiones perdidas (equivalente al arsenal de un batallón) podrían armar a 500 mercenarios”.
(Laiguana.tv)
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