Varios oficiales y soldados del ejército israelí admitieron este viernes haber disparado contra civiles palestinos cuando aguardaban ayuda alimentaria en la Franja de Gaza.
Según los testimonios recogidos por Haaretz, las instrucciones provinieron de mandos superiores con el propósito de alejar a las personas de las zonas donde organizaciones distribuyen insumos humanitarios.
Los presentes en el lugar no portaban armas ni representaban amenaza alguna, reconocieron los militares, quienes calificaron los centros de ayuda como “campos de matanza”.
Testigos confirman patrón de violencia sistemática
Otro de los uniformados comentó haber recibido órdenes de abrir fuego contra palestinos cerca de los centros de distribución.
Las narraciones ofrecidas a Haaretz ilustraron el patrón e las acusaciones internacionales contra Israel por crímenes de guerra, es especial por atacar a poblaciones vulnerables en medio del bloqueo total y el colapso sanitario en Gaza.
Desde octubre, el número de mártires palestinos supera los 55 mil, la mayoría mujeres y niños, mientras los ataques contra zonas civiles, hospitales, escuelas y centros de ayuda continúan a diario.
Organizaciones denuncian genocidio y limpieza étnica
Grupos humanitarios, incluida Médicos Sin Fronteras, describieron la estrategia israelí como un intento de limpieza étnica.
La militarización de la ayuda, impulsada por Estados Unidos e Israel, agudiza el sufrimiento de una población enfrentada al hambre, el desplazamiento forzado y los bombardeos constantes.
(almayadeen)
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