En su más reciente entrega de “Tubazos”, el periodista venezolano Eligio Rojas informó que el gobierno chileno está solicitando la extradición de José Alejandro Medina Ladera (50), a quien se le imputa el cargo de femicidio a dos ciudadanas oriundas de Chile.

La idea es que Medina responda a la justicia chilena mediante esta extradición, puesto a que su crimen rozó los límites de lo escabroso e inhumano. Una de las víctimas fue identificada como Ana María Pizarro-Pizarro de 56 años, cuyos restos fueron encontrados en una bolsa negra que estaba en las adyacencias en un puente de Santiago de Chile.

Una peculiaridad del caso es que el cadáver fue brutalmente picado. Dicho asesinato se consumó el 3 de abril de este mismo año, siendo su homicidio más reciente.

“Precisamente al mes siguiente, el 3 de mayo de 2025, Medina Ladera fue detenido frente al complejo habitacional Petro Casa Boca de Río, situado en la avenida intercomunal Isabelica-Plaza de Toros en la ciudad de Valencia, estado Carabobo. El sujeto fue avistado por funcionarios de la policía del estado Carabobo, adscritos a la estación policial la Isabelica quienes participaban del dispositivo de seguridad de vigilancia y patrullaje vehicular”, relató Rojas.

Según el acta policial, Medina tomó una actitud nerviosa y esquiva cuando se percató de la comisión policial, a la par que caminaba con un bolso negro de manera tosca y apresurada.

“Tal comportamiento llamó la atención de los funcionarios, quienes encendieron una sirena y le hicieron un llamado al sujeto mediante un megáfono para que se detuviera. Ya dispuesto a la orden de los policías, uno de ellos procede a realizarse el respecto cacheo corporal, mientras otro revisa el bolso donde localizan un revólver calibre 38, 20 balas destinada a fusiles, siete cartuchos de escopeta y siete balas de revólver”, continúo el periodista.

De esta manera, el sospechoso fue trasladado a la estación policial la Isabelica a fin de armarle un expediente; sin embargo, los funcionarios desconocían que había un asesino serial en los asientos traseros del vehículo.

“En medio de los interrogatorios, Medina Ladera le dijo a los funcionarios que su residencia fija estaba en el municipio Los Guayos y que vivió un tiempo en Chile donde trabajó como plomero; sin embargo, volvió al país por motivos personales”, agregó Rojas.

Mientras Medina declarara, otro funcionario ya estaba verificando sus antecedentes penales. En Venezuela no tenía solicitud de aprehensión y posteriormente consultaron a la dirección de Investigaciones de la Policía Internacional situada en Carabobo.

Dicho ente, al cabo de unos días, notificó que el homicida estaba siendo requerido por la Oficina de Interpol de Santiago de Chile.

“Aquí se presentan dos situaciones con esta persona: tiene un expediente abierto en Chile, pero le acaban de iniciar uno en Venezuela al poseer un lote de municiones y un arma de fuego”, comentó Rojas.

¿Quiénes eran las víctimas?

Como se mencionó con anterioridad, una de las víctimas fue reconocida como Ana María Pizarro-Pizarro, quien fue vista por última vez el 3 de abril del año en curso tras salir de su domicilio. Al plazo de 17 días sus restos fueron encontradas en la ciudad de La Serena, ubicada al norte de Santiago de Chile.

Según las fuentes de Rojas, Pizarro era la expareja de Medina, información que fue corroborada por Ailanny Verali Ríos Lugo.

“Ella le dijo a la fiscalía chilena que al llegar al domicilio donde la víctima vivía junto a Medina Ladera, se percató que debajo de la escalera que comunica con el segundo nivel, se encontraba el cadáver de Ana Pizarro, por lo cual, bajo amenazas, Medina Ladera la habría trasladado hasta su pieza diciéndole que si no cooperaba le iba a hacer lo mismo que a Ana”, contó el periodista de sucesos.

El homicida no solo amenazó a la testigo, sino que envió diversos audios de WhatsApp a los allegados de la víctima para que retiraran la denuncia por desaparición y solicitó especialmente que el mensaje fuera remitido a Joselin, la hija de Pizarro.

“En ese audio, Medina Ladera le indica que, en caso de no parar con la investigación sobre el paradero de su madre, le haría lo mismo que a ella, es decir, asesinarla y picarla en pedazos. Igual tratamiento criminal les daría a sus hijos, es decir, a los nietos de Ana María Pizarro”, comentó Rojas.

Medina no fue discreto al momento que cometió el asesinato, ya que una de sus vecinas atestiguo una parte del crimen y fue igualmente amenazada.

Rastros de un asesino serial

Además de Pizarro, las investigaciones arrojaron que Medina también fue responsable del femicidio en perjurio de María José Zambra de 35 años de edad.

“Ambos femicidios son muy parecidos, tanto que encontraron al cadáver de María José Zambra totalmente descuartizado el 18 de octubre de 2019, bajo el puente del Río Elqui, Santiago de Chile”, acotó Eligio Rojas.

Ese asesinato pasó desapercibido debido a las protestas violentas en Chile por el aumento del pasaje en el transporte subterráneo, que implicó el decreto del estado de emergencia por parte del presidente Sebastián Piñera.

“Por esa razón, las investigaciones en torno al femicidio de María José Zambra se vieron perturbado. Los primeros reportes dicen que Zambra fue golpeada con un objeto contundente y estrangulada, situación que le causó la muerte. Posteriormente su cuerpo fue picado, depositado en bolsas y dejado en el mencionado puente”, sostuvo Rojas.

Para conocer más detalles haga clic en el video adjunto.

(Laiguana.tv / Fotos @afrofenixphoto)

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