Israel se prepara para la posibilidad de nueva ofensiva contra Irán en caso de que intente reactivar su programa nuclear, al tiempo que el presidente de EEUU, Donald Trump, podría dar su visto bueno para esos ataques, informa Axios, citando fuentes anónimas con conocimiento del asunto.
Funcionarios israelíes indicaron al medio que el primer ministro de su país, Benjamín Netanyahu, buscará durante su visita a Washington llegar a un acuerdo con el inquilino de la Casa Blanca con respecto a futuras negociaciones nucleares entre Washington y Teherán y, en ese orden, los posibles escenarios que justificarían ataques.
Asimismo, revelaron que el principal asesor de Netanyahu, Ron Dermer, se reunió la semana pasada con el vicepresidente estadounidense, J.D. Vance, el secretario de Estado, Marco Rubio, y el enviado especial para el Medio Oriente, Steve Witkoff.
En ese contexto, apuntaron, el alto cargo de Israel le habría dicho a sus contrapartes, durante reuniones a puerta cerrada, que tenía la impresión de que la Administración Trump respaldaría una nueva ofensiva israelí contra Irán bajo ciertas circunstancias.
De tal manera, un escenario propicio sería el de un intento de Teherán de retirar y salvaguardar lo que EEUU califica como uranio altamente enriquecido de las instalaciones de Fordo, Natanz e Isfahán, dañadas durante los recientes bombardeos realizados por Tel Aviv y Washington. Otra posibilidad sería que los iraníes comiencen a reconstruir su programa nuclear, en particular sus instalaciones de enriquecimiento, detallaron los interlocutores al medio.
«La falsa idea de que Irán busca una bomba nuclear»
Por su parte, las autoridades iraníes han dejado claro en repetidas ocasiones que no tienen ninguna intención de hacerse con una bomba nuclear. De acuerdo con declaraciones del presidente de la República Islámica, Masoud Pezeshkian, en una entrevista con el periodista estadounidense Tucker Carlson, Netanyahu «ha creado desde 1984 esa falsa idea de que Irán busca una bomba nuclear». A partir de entonces, dijo, «ha insinuado que Irán ha estado tratando de desarrollar una bomba nuclear, y eso lo ha puesto en la mente de todos los presidentes estadounidenses desde entonces».
Pezeshkian resaltó que el desarrollo de armas atómicas «está prohibido religiosamente» para la nación persa y reafirmó la naturaleza pacífica del programa nuclear iraní, que «siempre ha sido corroborado» gracias a la cooperación de Teherán con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Tras comenzar con una acción militar de Israel no provocada contra Irán, a la que se sumó EEUU y siguieron respuestas de Teherán, las recientes hostilidades concluyeron al duodécimo día mediante un acuerdo de alto el fuego. Teherán reportó más de 600 muertes por la agresión, frente a los 28 fallecidos y cerca de 1.300 heridos reconocidos por Tel Aviv.
Los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) confirmaron la muerte de 56 de sus efectivos. La ofensiva israelí, respaldada por EEUU, también se cobró numerosas vidas civiles, entre ellas familias enteras, y nueve eminentes científicos del ámbito nuclear.
(RT)
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