El Monitor Euromediterráneo de Derechos Humanos denunció este miércoles que Israel ha puesto en marcha un plan sistemático para transformar el sur de la Franja de Gaza en un campo de detención masiva, lo que, según la organización, representa una nueva fase en el genocidio en curso contra el pueblo palestino.
Según el comunicado difundido por la ONG, el plan israelí consiste en trasladar forzosamente a más de 600 mil palestinos hacia una supuesta «zona humanitaria», donde estarían sometidos a estrictos controles de seguridad, restricciones de movimiento y prohibición de salir hacia otras zonas. La medida, afirma la organización, no responde a una preocupación humanitaria, sino que forma parte de una estrategia más amplia para vaciar Gaza y rediseñar su realidad demográfica por la fuerza.
El Monitor Euromediterráneo alertó que esta operación se enmarca dentro de una política deliberada de desplazamiento poblacional, a tono con las propuestas formuladas por altos funcionarios israelíes para promover una supuesta «migración voluntaria» de palestinos hacia terceros países.
“Llamar a estos campamentos ‘zonas humanitarias’ o ‘zonas de tránsito humanitario’ es una manipulación terminológica diseñada para legitimar políticas coercitivas e inhumanas», sentenció la ONG, subrayando que el plan constituye una violación flagrante del derecho internacional humanitario, y configura actos de desplazamiento forzado, persecución y apartheid.
Mientras Israel insta casi a diario a los habitantes de Gaza a trasladarse hacia el sur «por su seguridad», el propio Ejército israelí reconoció desde marzo que Mawasi, principal punto de concentración de desplazados, no es una zona segura. A pesar de ello, continúa bombardeándola casi a diario, confirmaron fuentes locales.
La situación en el terreno es catastrófica. A finales de junio, la ONU estimó en 425.000 las personas hacinadas en precarias tiendas de campaña, muchas de ellas sin acceso a agua potable, alimentos ni atención médica. La UNRWA calcula que más del 90% de los 2,1 millones de habitantes de Gaza están desplazados.
Voceros gazatíes manifestaron temor ante la posibilidad de que los primeros 600 mil palestinos obligados a ingresar a esta nueva “zona de desplazamiento” en Rafah provengan de Mawasi y áreas aledañas. Así, el cerco sobre la población civil se intensifica, convirtiendo progresivamente el sur de Gaza en un gigantesco campo de concentración informal, bajo control total del aparato militar israelí.
Gaza bajo castigo colectivo
En paralelo al desplazamiento masivo, las fuerzas israelíes intensifican su ofensiva militar. Para observadores internacionales, estas operaciones forman parte de una política sistemática de castigo colectivo que criminaliza a la población civil palestina.
En conjunto, las acciones israelíes descritas por el Monitor Euromediterráneo apuntan a una estrategia de limpieza étnica encubierta bajo el ropaje de la seguridad, en abierta violación de las Convenciones de Ginebra, la Carta de las Naciones Unidas y el Estatuto de Roma.
A medida que se consolida la reconcentración forzada de cientos de miles de palestinos en el sur del enclave, la pregunta resuena con más fuerza: ¿Está Israel ejecutando un plan para hacer desaparecer Gaza como entidad política y territorial viable?
El caso se suma a una creciente lista de denuncias internacionales, que incluyen el fallo provisional de la Corte Internacional de Justicia, múltiples informes de Human Rights Watch, Amnistía Internacional y pronunciamientos de relatores de la ONU, que acusan a Israel de cometer crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad en Gaza.
(teleSUR)
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