El comunicador e influencer venezolano Ances Díaz, durante la más reciente entrega de su programa “El chamo del pelo azul”, tuvo como invitado especial a Nicolás Donoso, mejor conocido como “El Bandolero”, cuyo lente fotográfico lo ha llevado a conectar con el ciudadano de a pie en su día a día.

“El Bandolero nace luego de todas las experiencias que yo he tenido en la vida como fotógrafo, así que quise moldearlo como un personaje que no sea tan serio como lo podría ser un periodista, ya que siempre quise hacer algo que conecte más con mi audiencia, a través de alguien individual y original. El Bandolero llegó para darle una frescura a las redes sociales”, explicó Donoso.

La peculiaridad de su alter ego recae en su excentricidad y, desde luego, en los tatuajes que porta en su rostro.

“La gente lo vio al principio como un malandro. No tiene nada que ver con eso. Es simplemente un sinvergüenza. Pero él siempre quiere salir del mundo, de la violencia. Quiere ir para adelante y quiere ir mejorando”, comentó.

Donoso ratificó que tatuarse en la cara es un símbolo de rebeldía al 100%, lo cual muchas veces recae en la búsqueda de la identidad.

“La cara es la identidad y tú estás peleando en contra de esa identidad. Cuando tú te vas en contra de lo que tú eres, es que no te has perdonado. Si tú no te perdonas primero, ¿qué habrá para los demás?”, cuestionó Donoso.

Desencadenantes

Donoso comentó que hubo muchos acontecimientos que lo fueron marcando en la vida, entre ellos, que no lo dejaran participar en programas de radio cuando estaba en la universidad o incluso retos enmarcados en la niñez.  

“A mí me costó mucho aprender a leer la multiplicación. ¿Quién no llevó coñazo aprendiendo a multiplicar? Pero, ¿qué pasa? Siempre se me hizo más difícil que todos mis compañeros y eso me fue causando cada vez más odio a mí mismo. Eso fue sumando, eso fue sumando hasta que verdaderamente me convertí. Reventó a mis 20 y ahí fue que tomé las decisiones más balurdas y absurdas de mi vida, que me hicieron llegar al propósito que viene después de una cadena de eventos desafortunados”, relató.

Acotó que una vez que se sobrevive a esos eventos desafortunados, te vas convirtiendo en otra persona.

“Más tranquilidad, más lucidez, un paso a la vez. Aprendes a vivir en el presente, no enfocado en lo que te pasó y aprendes a valorar cada minuto como si fuera el último”, reflexionó Donoso.

Asimismo, siente que la presencia de Dios fue imprescindible para sanar espiritualmente y reorientar su camino.

“Siempre a mí me acompañó Dios, por lo menos con el tema de mis tatuajes. Fueron por decisiones que yo tomé en rebeldía. Una vez leí un libro que abordaba el tema de los ángeles caídos y ahí encontré el nombre de Azazel, un ser que se alimentaba de la rabia del ser humano, del resentimiento, hasta que se rebelaron contra Dios. Me sentí muy súper identificado porque él solo se alimentaba de eso y en esos momentos yo me sentía que era parte de eso. Porque claro, uno está pensando desde lo que se alimentaba ese ángel caído, que era la rabia, el resentimiento”, aseveró Donoso.

Sus sesiones

El Bandolero lleva 10 años con los tatuajes en la cara; sin embargo, ha decidido retirárselos mediante la cirugía de láser, a fin de iniciar un nuevo capítulo en su vida.

“En algún momento me dije que tenía que vivir con esta decisión para toda la vida. Pero dejé una puerta abierta de que, si en algún momento se me presentaba la situación, poder quitarme los tatuajes. Hace dos meses comencé mis sesiones. Estaba en Vista Alegre, fumándome un cigarro, tomando café y se me presentó un doctor de la nada, quien me dice: ‘Hermano, ¿y esos tatuajes?’. Yo le dije que los tenía ahí y ya acepté vivir con ellos. Pero el doctor me dice que tenía una máquina de tatuaje”, comentó.

A partir de ahí inició su transición para removerse los tatuajes en un plazo que varía de 20 a 25 días.

«Con la fe de que en algún momento puedan mermar las aguas, porque no es un proceso fácil. Estamos hablando de seis, ocho sesiones de láser. Puro dolor. Duele como 100 veces más. Porque antes tú te hacías de una pieza. Ahora estamos hablando de hacerte toda la cara en zonas que duelen 10 veces más que un tatuaje”, destacó Donoso.

Para conocer más detalles haga clic en el video adjunto.

(Laiguana.tv/ Fotos @Naniishauria)

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