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El editor jefe de la sección de finanzas de The New York Times, Floyd Norris, criticó los excesos del sistema judicial de Estados Unidos (EEUU) frente al caso de la deuda soberana de Argentina y la decisión del juez norteamericano Thomas Griesa, quien declaró en desacato al país por los fondos buitre.

 

«El sistema judicial de Estados Unidos puede haberse excedido en sus facultades y puede que se vea obligado a retractarse», escribió el periodista en un artículo publicado este jueves.

 

En la nota titulada El caso de Argentina no tiene ningún ganador, pero muchos perdedores (Argentina’s Case Has No Victors, Many Losers), Norris afirma que «las cortes han fallado, y hasta ahora las sentencias no han logrado más que enriquecer a muchos abogados».

 

Alerta que «el mundo de las deudas soberanas quedó patas para arriba tras la victoria de los fondos de inversión encabezados por Elliott Management contra Argentina».

 

Refiere que en Estados Unidos, las ciudades también se pueden declarar en bancarrota y reducir sus obligaciones, como hizo este mes Detroit, en el estado de Michigan,  pero lamenta que no existe un sistema similar para los países.

 

Norris recuerda que hace más de una década, después de la crisis financiera asiática, el Fondo Monetario Internacional (FMI) propuso un mecanismo de reestructuración de deudas soberanas para países, pero EEUU y otros países rechazaron la idea por supuesta violación de soberanía.

 

«Con bonos bajo ley de Nueva York, como son muchos, solía suceder que si un país entraba en default se lo llevaba a juicio y se lo obligaba a pagar. Pero la inmunidad soberana hacía que el fallo no pudiera ser ejecutado. Así, la mayoría de los bonistas terminaban negociando algún tipo de reestructuración de deuda, a menudo con la intervención del FMI», apunta el periodista.

 

Argentina estructuró su deuda soberana en 2005 y 2010, proceso en el que participó 93% de los tenedores de bonos, y sólo 7% de los bonistas se negó al canje y llevó el caso a juicio en un juzgado de la ciudad de Nueva York, en el que el juez estadounidense Griesa emitió un primer fallo que obligaba Argentina a cancelar la deuda primero a los buitres que no aceptaron la estructuración, antes que a los bonistas adheridos al proceso de canje, y en una segunda acción, el juez bloqueó el pago que hizo Argentina a los bonistas del canje.

 

Ante las acciones las acciones de Griesa, el gobierno argentino creó la Ley de Deuda Soberana, que permite al país hacer el pago en otro agente fiduciario nacional y un día antes del vencimiento del pago correspondiente a septiembre, Griesa declaró en desacato a Argentina. 

 

Frente a ello, Argentina denunció que estas acciones injerencistas por parte de EEUU en los países de América Latina son las mismas que ha utilizado la nación norteamericana, para atacar las soberanías de los pueblos suramericanos.

 

En detalle, los fondos buitre son un grupo de empresas financieras especializadas en la compra de bonos de países que se ha declarado en default, por lo cual los adquieren a muy bajo precio, para después intentar cobrar por vía judicial obteniendo ganancias extraordinarias.

 

El esquema especulativo de estos, que actúan bajo el amparo de la legalidad de Estados Unidos, pretende tener ganancias excesivas de hasta 1.680% al momento de cobrar la deuda al país argentino.

 

(AVN)