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Nilufer Demir, la turca que fotografió al niño sirio que murió ahogado en una playa de Turquía durante el naufragio de un bote lleno de migrantes que intentaban llegar a Grecia, rompió el silencio y concedió una entrevista al diario Le Monde.

 

“No podía hacer nada por él. Lo único que podía hacer es que su grito fuera oído en el mundo y lo hice con su fotografía”, dijo la fotógrafa, cuyo relato estremeció al entrevistador cuando le dijo que “se me heló la sangre cuando vi el cuerpo del pequeño Aylan con su camiseta roja”.

 

“Hoy tengo una mezcla de tristeza y satisfacción”, dijo explicando que le complace haber dado testimonio del horror que viven los migrantes porque tienen la esperanza de que eso cambie, “preferiría que ese niño estuviera vivo y que la imagen no existiera”.

 

Hasta ahora se estima que unos 160.000 refugiados e inmigrantes llegaron a Grecia por mar desde principios de año afirma el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR). Según cifras en julio, más de 50.000 personas, en gran parte sirias, habían llegado a Grecia, en comparación con los 43.500 que lo hicieron en todo 2014.

 

(LaIguana.TV)