El papa León XVI abogó este domingo 31 de agosto durante su acostumbrada bendición dominical, por el cese de lo que llamó “la pandemia de armas grandes y pequeñas”.
Desde la plaza de San Pedro, en el Vaticano, el sumo pontífice afirmó que las armas alimentan las guerras e infectan al mundo, generando sufrimiento desproporcionado.
“La voz de las armas debe ser silenciada, mientras que la voz de la fraternidad y la justicia debe alzarse”, dijo.
Denunció el negocio que hay detrás del comercio internacional de armamentos, que llega a facturar anualmente más de 100 mil millones de dólares, según reportes del Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI).
Asimismo, pidió un alto al fuego en Ucrania, así como un “compromiso serio con el diálogo” por parte de los bandos en conflicto.
“Es hora de que los responsables renuncien a la lógica de las armas y tomen el camino de las negociaciones y la paz, con el apoyo de la comunidad internacional”, expresó.
(Laiguana.tv)
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