sábado, 27 / 09 / 2025
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Rubén Blades, la entrevista a Eddie Palmieri, el Gabo en Cannes, la carta de la mamá del Gabo y los $100 mil de la Fania: Humberto “rumberto” Márquez en El Sofá

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Si le preguntásemos a su madre diría que Humberto Márquez es de esas personas que “comienza en una vaina y termina en otra”.

Pasó de la carrera de Letras al periodismo y allí hizo un nicho entrevistando a los más grandes artistas de la salsa. Con casi todos ellos tiene una historia de tragos y parranda. No en vano es conocido en el mundo periodístico como “Rumberto”.

Todo eso le hace honor a su majestad como Presidente Vitalicio del Club del ron.

Esta noche el periodista y escritor Humberto Márquez, se sienta en El Sofá.

—Hermano mío, ¿cómo estáis? Qué bueno que viniste.

—Gracias, gracias, gracias por invitarme.

—¿Cómo fue que me diste el otro día que te llamé? ¿Tenía cuántos meses esperando?

—Oye, me en la fiesta de de fin de año de de Ciudad Caracas me dijiste, «En enero te llamo”. Tengo 8 meses de espera. Pero no, vale, pero muy nostálgico todo esto, volver a la televisión. Aunque en estos días estuve en Globovisión, pero no es lo mismo, ¿no?

—Mira, hermano, ¿quién te bautizó Rumberto? Más específicamente Rumberto Marketing.

—Lo de Rumberto Marketing fue Ricardo Domínguez, un pintor loquísimo, amigo, gran amigo que murió. Rumberto, imagínate tú. Y ese ese fue otro que se un día se apareció, andaba con un desespero que lo lleváramos a la casa de la playa y ya nosotros nos habíamos ido y entonces llegó y se apareció allá, y era para despedirse, eh, porque después se se murió, creo que se dejó morir. Era un pintor muy chévere.

—Lo de Rumberto yo lo supe por Alexis Blanco. Fue el que me dijo, «Ah, Rumberto»…

—Sí, sí. Lo que pasa es que bueno, la universidad era siempre una rumba. Nosotros salíamos de clase y nos íbamos para sabana grande. Bueno, la cosa empezaba por el Gato Pescador. Después venía el Tic Tac. El gran café no, era demasiado sifrino y el más sifrino era el Chicken Bar. A mí me encantaba era el Bar La Bajada. Pero no dejaba de pasar por el viñedo, por La Vesuviana, por El Franco…

—Mira, Humberto, yo estuve leyendo un material tuyo que es como autobiográfico, y dices que la década de los 70 es la que más te gusta. ¿Por qué específicamente la de los 70?

—Hay un cruce de cables. Cuando yo cumplí 70, yo dije, voy a hablar de los 70. Pero cuando me di cuenta, yo me había graduado en el 70, okay, en el colegio Gonzága de Maracaibo y me fui a vivir a Bogotá a estudiar en la Universidad Javeriana y de pronto allá conocí a Dilcia, la madre de mis hijos, abuela de mis nietos y próxima abuela de mi bisinieta, que nace este mes.

—Vos soy Zuliano, ¿cierto?

—Maracucho. Nacido en Maracaibo.

—Después dijiste, los 60 fueron muy buenos…

—Me metí mi primera pea a los 7 años en Judibana. Aunque no me acuerdo mucho, pero nunca olvidaré a una muchachita de moñitos que vivía en la quinta de la esquina. Ebajul se llamaba la Casa. ¿Quién era esa carajita? Esa era Dilcia, mi esposa.

—Humberto inventó el término exposa…

—Claro, porque tenemos más de 20 años separado, pero nunca nos divorciamos. Exposa.

—Tienes una historia con Rubén Blades… echa el cuento

—Un día, en el Maxis de Bello Monte, veo un álbum doble que se llamaba Maestra Vida. Esta obra maestra de Willie Colón y Ruben Blades. Al llegar a la casa  puse ese disco y me maravilló aquella cosa, aquel disco, aquella ópera.

Entonces me puse a escribir hasta las 9 de la mañana. A las 9 de la mañana me bañé, agarré mi manuscrito. Bueno, porque eso era en maquinita manual. Me voy para El Nacional. Se lo llevé a Ramón Hernández y se lo pasa a Pablo Antillano, que era el jefe de la sección del cuerpo C, de cultura y a los tres días sale publicado en un lugar especial.  A los días viene Rubén y me voy a pescarlo al hotel. Él estaba rodeado de mujeres y vaina. Y yo le decía, «Mira, yo quiero hablar contigo.» Y él me decía, «Me esperas» Cuando se fueron todas las mujeres, me acerco y le digo, «Hola, ¿qué tal? ¿Cómo están?» Mira, yo soy periodista, yo yo escribí un artículo sobre Maestra Vida en el Nacional y me dice, «¿Tú eres Humberto Márquez?» Y digo, «¿Y cómo sabes tú?» «Bueno, porque César Miguel, mi amigo, César Miguel Rondón, me lo envió.» No puede ser. Ah, bueno, yo viene para entrevistarte. Y nos fuimos a la habitación. Tuvimos 3 horas. 3 horas con un grabador prestado de Orlando Luna y Daniel Laulián.

La entrevista con Rumberto se pasea por sus historias de entrevistas a personajes como Eddie Palmieri, Don King, Celia Cruz, Rubén Blades. Una chaqueta que le regaló Willie Colón. Una entrevista al Gabo en Cannes, una carta que le dio la mamá del Gabo y hasta 100 mil dólares y los pasaportes de los músicos de la Fania All Stars.

Por eso te invitamos a que veas la entrevista completa en el podcast El Sofá, de LaIguana.tv, vivo a través de todas nuestras RR.SS., y en nuestro canal de Youtube:

 https://www.youtube.com/@LaIguanaTV-Television.  

(Laiguana.tv / Ernesto Navarro)

 

 

 

 

 

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