sábado, 8 / 11 / 2025
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El cineasta Christian Márquez se sienta en El Sofá de Laiguana.tv

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En las montañas de Tovar, en el estado Mérida, Christian aprendió desde niño a leer, pero también a reconocer los cambios de la luz en la superficie de las montañas, de allí que su trabajo cinematográfico sea una búsqueda constante de la luz.

Ha dirigido programas de televisión y recientemente estrenó su segunda película, titulada El Hombre de la Luz, un filme de ciencia ficción rodado totalmente en Mérida, y que ya acumula 6 premios internacionales.

—¿Cómo estás? Bienvenido. ¿Cómo está todo? ¿Cómo te sientes?

—Bueno, bien.

—Entiendo que estás atareado, estás de estreno, ¿no?

—Exacto, estamos en el momento cúspide de la película El hombre de la luz.

—Cristian, que ya esta película que recién se estrena en salas nacionales, ya viene rodando hace rato fuera del país…
—Ya tenemos 6 meses en el circuito de festivales, rodando y bueno, nos ha ido relativamente bien. Hemos ganado cinco premios. Ganamos en Milán, en Italia, en el Festival de Cine Independiente de Milán. Ganamos mejor película independiente y mejor ciencia ficción. Ciencia ficción. En el Festival de Cine de Calgary, también el Festival de Cine Independiente, Canadá, ganamos Mejor ópera prima. Y en el Festival de Cine de Estocolmo en Suecia, que es un festival bastante reputado, que tiene casi 48 años de trayectoria, ganamos también como mejor ciencia ficción.

Para nosotros ha sido como abrumador al inicio, pero, bueno, súper emotivo y estamos disfrutándolo.

Ahora la semana pasada, perdón, fuimos seleccionados en Berlín, en el Festival de Cine de Berlín, que estamos compitiendo allá, bueno, somos parte de la selección oficial y en Kyoto, en Japón, somos finalistas también.

—Mira, Cristian, eso te te quería preguntar porque entiendo que que ya el hecho de que seleccionen la película en festivales, es un golazo, ¿no?
—Es demasiado complejo. A ver, eh cada festival, los festivales chicos postulan 500 películas. Uno pequeño. Uno intermedio postulan 1.500, 2.000 y los grandes postulan 5.000, 10.000 películas. Y escogen, en uno grande, por ejemplo, 80, 50, a lo sumo.

—Ahora, tu película, El hombre de la luz, es un largometraje de ciencia ficción que además rodaron en Mérida…
—Rodamos en Mérida, es la primera película de ciencia ficción hecha en Mérida. Y además para nosotros es muy especial porque, a ver, ese es un cuento que yo estoy trabajando hace muchos años. Está inspirado en un cuento de un escritor meridiano llamado Enodio Quintero. El cuento de él se llamaba El inmortal, pero era un cuento de una página. Imagínate. Entonces, bueno, yo lo leí alguna vez en la montaña, en un viaje a la montaña, por cierto, y me pareció increíble como la propuesta, ¿no? Pero empecé como a trabajarlo y lo llevé alguna vez a un corto de 5 minutos que no fue aprobado en el Cenac, hace, qué sé yo, 10 años. Tengo mucho tiempo con muchas historias, así que voy trabajando y después las va evolucionando, madurando en algún momento determinado.

Entonces con el hombre de la luz pasó eso que era ese cuento que yo tenía de ese viaje en el tiempo, que sobre todo la idea esencial de aquello que se mantiene es lo del viaje en el tiempo, ¿no? Luego pues se convirtió en una película de hora y media que, bueno, tiene un montón de otros elementos que no tienen nada que ver con el original. Luego me inspiré en un tecnólogo popular merideño llamado Luis Zambrano que vivió en los años 70, 80, 90.

—Tú eres merideño, ¿no? De Tovar. ¿Cómo fue para ti criarte en un entorno así…

—Con mucho cariño y mucha alegría, a ver. Somos como de otra época, ¿no? Cada vez más, nosotros, ¿no? Los de nuestra edad, nos criamos… en mi casa había un televisor a blanco y negro cuando yo era chamo, para toda la casa, pues que era lo veía, no sé, nuestra relación con las pantallas era prácticamente nula, de hecho, a mí me castigaban no dejándome salir.

A mí me encantaba estar en la calle, pues, porque ese era Sí, vale, ese era un castigo, Eso era la vida, digamos. Ahora, bueno, a mis hijos es todo lo contrario, para ellos un castigo es salir. Les encanta estar encerrados viendo las pantallas, es un tema, ¿no? Por más que, no sé, trabajo con ellos, leo con ellos, veo cosas con ellos, eh trato de de interactuar lo más que puedo con ellos y de explicarles por qué es nocivo, pero nada, es como una seducción ahí que difícil de contener, no, ahora. Es todo un temazo eso ahora, ¿no? Las pantallas con los chamos. Sí, por lo menos para mí es desde Yo tengo unos hijos que tienen 20 años y tengo un hijo que tiene nueve.

Christian Márquez ha hecho un viaje enorme desde el salón de clase a su segunda película. De ser mochilero a dirigir programas de televisión, cortos y documentales a la gran pantalla. De todo ese viaje, va la entrevista que le hicimos en El Sofá. Para que la conozcas, visita LaIguana.tv. Disfrúta el podcast en vivo a través de todas nuestras RR.SS., y en nuestro canal de Youtube:

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(*) Ernesto J. Navarro es periodista zuliano y escritor. Ancla del podcast “El sofá”. Ha publicado tres libros de poemas y la novela Puerto Nuevo. Ganador del Premio Nacional de Periodismo 2015.

RRSS: @ernestojnavarro.


 

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