El miércoles, los demócratas de la Cámara de Representantes publicaron correos electrónicos en los que Jeffrey Epstein escribió que el presidente Trump había “pasado horas en mi casa” con una de sus víctimas, entre otros mensajes que sugerían que el delincuente sexual convicto creía que Trump sabía más sobre sus abusos de lo que había reconocido.
El Sr. Trump ha negado categóricamente cualquier implicación o conocimiento de la red de tráfico sexual del Sr. Epstein. Ha declarado que él y el Sr. Epstein, el desprestigiado financiero que se suicidó en prisión federal en 2019, fueron amigos en el pasado, pero que se distanciaron.
Pero los demócratas del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes afirmaron que los correos electrónicos, seleccionados entre miles de páginas de documentos recibidos por su comité, suscitaban nuevas preguntas sobre la relación entre ambos hombres. En uno de los mensajes, Epstein aseguraba rotundamente que Trump «sabía de la existencia de las chicas», muchas de las cuales, según se determinó posteriormente en investigaciones, eran menores de edad. En otro, Epstein reflexionaba sobre cómo responder a las preguntas de los medios de comunicación acerca de su relación, dado que Trump se estaba convirtiendo en una figura política nacional.
La Casa Blanca no respondió de inmediato a las solicitudes de comentarios.
Es seguro que estos mensajes avivarán el debate en el Capitolio sobre la gestión de la administración Trump de los archivos de Epstein y la decisión de altos funcionarios de retractarse de su promesa de publicarlos íntegramente. Este asunto, que ha dividido a los republicanos y alejado a algunos de los partidarios de derecha del Sr. Trump, había quedado relegado a un segundo plano mientras el cierre del gobierno se prolongaba.
Pero la Cámara tiene previsto reanudar sus sesiones el miércoles para aprobar la legislación que ponga fin al cierre del gobierno, y es probable que la atención vuelva a centrarse en el caso Epstein.
“Estos últimos correos electrónicos y correspondencia plantean preguntas evidentes sobre qué más está ocultando la Casa Blanca y la naturaleza de la relación entre Epstein y el presidente”, dijo en un comunicado el representante Robert Garcia de California, el principal demócrata del Comité de Supervisión.
Los tres intercambios de correos electrónicos publicados el miércoles datan de después del acuerdo de culpabilidad que el Sr. Epstein alcanzó en 2008 en Florida por cargos estatales de solicitación de prostitución, en el que los fiscales federales acordaron no presentar cargos. Estos intercambios se produjeron años después de que el Sr. Trump y el Sr. Epstein tuvieran un supuesto distanciamiento a principios de la década de 2000. Uno de los correos estaba dirigido a Ghislaine Maxwell, confidente de larga data del Sr. Epstein, mientras que los otros dos estaban dirigidos al escritor Michael Wolff.
En un correo electrónico de abril de 2011, Epstein le dijo a Maxwell, quien posteriormente fue condenada por cargos relacionados con la facilitación de sus delitos: «Quiero que te des cuenta de que ese perro que no ha ladrado es Trump». Añadió que una víctima anónima «pasó horas en mi casa con él; nunca se le ha mencionado».
“He estado pensando en eso”, respondió la Sra. Maxwell.
En un correo electrónico de enero de 2019, el Sr. Epstein le escribió al Sr. Wolff sobre el Sr. Trump: “Por supuesto que sabía de las chicas, ya que le pidió a Ghislaine que parara”. Los demócratas de la Cámara de Representantes, citando a un denunciante anónimo, dijeron esta semana que la Sra. Maxwell se estaba preparando para pedirle formalmente al Sr. Trump que conmutara su sentencia de prisión federal.
Los correos electrónicos fueron entregados al Comité de Supervisión junto con un lote mayor de documentos del patrimonio del Sr. Epstein que el panel solicitó como parte de su investigación sobre el Sr. Epstein y la Sra. Maxwell, quien cumple una condena de 20 años por cargos de tráfico sexual.
El personal del comité eliminó de los correos electrónicos los nombres de las víctimas y cualquier información que pudiera identificarlas. Dado que no se ha publicado el conjunto completo de documentos, no quedó claro si los correos electrónicos se habían extraído de conversaciones más extensas que podrían haber proporcionado un contexto más completo.
El Sr. Trump ha condenado las continuas preguntas sobre su gestión del caso, calificándolas de «farsa» orquestada por los demócratas. Ha llamado al Sr. Epstein «un tipo repugnante» y ha insistido en que nunca cometió ningún delito con él ni con la Sra. Maxwell.
Tanto el Sr. Trump como el Sr. Epstein dividían su tiempo entre Nueva York y Palm Beach, Florida, y fueron amigos durante los años noventa y principios de los dos mil. Su relación pareció enfriarse alrededor de 2004, aunque el Sr. Trump y sus allegados han ofrecido versiones distintas sobre los motivos. Según una de ellas, se distanciaron tras intentar superarse mutuamente en la puja por una propiedad en Palm Beach.
El verano pasado, el Sr. Trump afirmó que el Sr. Epstein había contratado a empleadas del spa de Mar-a-Lago, su club privado y residencia en Palm Beach. Dijo que lo había expulsado del club y que creía que una de las mujeres era Virginia Giuffre, quien declaró que la Sra. Maxwell la reclutó para la red de prostitución del Sr. Epstein cuando trabajaba en Mar-a-Lago siendo adolescente.
Cuando el Sr. Epstein le envió un correo electrónico a la Sra. Maxwell en 2011 llamando al Sr. Trump “el perro que no ladraba”, el Sr. Trump era una estrella de la televisión de realidad y una celebridad de los tabloides neoyorquinos que aún estaba a años de convertirse en presidente.
Por esas mismas fechas, según documentos publicados previamente por el Comité de Supervisión, el Sr. Epstein enviaba correos electrónicos a miembros de su personal sobre la cobertura negativa de prensa que había recibido recientemente acerca de los abusos que tuvieron lugar en su casa de Florida.
A principios de este año, la administración Trump publicó la transcripción de una entrevista judicial con la Sra. Maxwell , quien reconoció que el Sr. Trump y el Sr. Epstein habían tenido alguna vez una relación social, pero negó cualquier conexión entre el Sr. Trump y la red de tráfico sexual.
El correo electrónico del Sr. Epstein de 2019, en el que afirma que el Sr. Trump “sabía de las chicas” y le pidió a la Sra. Maxwell “que parara”, fue enviado al Sr. Wolff, quien recientemente había escrito un libro revelador sobre el presidente.
Faltaban meses para que el señor Epstein fuera arrestado y acusado federalmente de ir a prisión, pero fue objeto de gran atención después de que The Miami Herald publicara una serie de artículos que volvieron a poner de relieve el acuerdo secreto que había firmado en 2008.
En su correo electrónico, el Sr. Epstein mencionó a una víctima de su red de trata de personas. También mencionó Mar-a-Lago, y luego negó que el Sr. Trump le hubiera pedido alguna vez que renunciara al club. «Jamás fui miembro», escribió el Sr. Epstein.
El Sr. Wolff también participó en un tercer intercambio de correos electrónicos, que comenzó el 15 de diciembre de 2015, la noche de un debate en las primarias presidenciales republicanas. El Sr. Wolff le envió un correo electrónico al Sr. Epstein advirtiéndole que CNN «planeaba preguntarle a Trump esa noche sobre su relación con usted, ya sea en directo o en la rueda de prensa posterior».
El señor Epstein respondió: “Si pudiéramos elaborar una respuesta para él, ¿cuál cree que debería ser?”.
El Sr. Wolff aconsejó no hacer nada, sugiriendo que el Sr. Trump podría intentar negar una estrecha relación con el Sr. Epstein. «Creo que deberían dejar que se hunda solo», escribió sobre el Sr. Trump. «Si dice que no estuvo ni en el avión ni en la casa, eso les dará una valiosa ventaja política y de relaciones públicas» que podría usarse más adelante para «hundirlo» o «salvarlo, generando una deuda».
Según la transcripción, al Sr. Trump no se le preguntó sobre el tema durante el debate . No quedó claro si se le preguntó al respecto por separado.
La publicación de los correos electrónicos por parte de los demócratas se produjo horas antes de que el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, tomara juramento a la representante electa Adelita Grijalva, demócrata de Arizona, a quien ha evitado nombrar durante casi dos meses desde que ganó las elecciones.
Se espera que ella aporte la firma final necesaria para una petición que obligue a la Cámara de Representantes a votar una medida que exige al gobierno de Trump la publicación de todo el material de investigación relacionado con el Sr. Epstein. La Casa Blanca se ha opuesto firmemente a la medida.
(Nytimes)
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