Flávio Bolsonaro, hijo del expresidente brasileño Jair Bolsonaro, catalogó de «claramente inconstitucional» la detención preventiva de su padre, tras conocerse que había manipulado su tobillera electrónica.
En declaraciones a la prensa, el hijo del exmandatario aseguró que la «intolerancia religiosa» se expresaba en la decisión unánime del Supremo Tribunal Federal de Brasil, que acordó que Bolsonaro permaneciera en detención preventiva.
El fallo fue dictado la víspera por el juez Alexandre de Moraes.
En criterio del primogénito de Bolsonaro, la Justicia de su país estaría «violando» la libertad religiosa, pese a que la cuestión de la fe no tiene nada que ver con la decisión emitida por el alto tribunal. No obstante, el político ultraconservador advirtió que la determinación de arrestar a su padre «es una alerta».
«Nuestro derecho sagrado de reunión pacífica, de culto y de profesar nuestra fe está siendo violado en una medida claramente inconstitucional», manifestó con referencia a la vigilia que se realizó para pedir la liberación del exmandatario.
¿Amnistía?
El hijo de Bolsonaro confirmó este martes que ha solicitado a los presidentes de la Cámara y del Senado que se someta a votación el proyecto de ley de amnistía para los golpistas, elaborado por la oposición y con el expresidente como la cara más visible de la lista.
El senador derechista ratificó su deseo de que la propuesta de conceder una amnistía al exmandatario, hecha por el derechista Partido Liberal, «tenga una victoria» en el Parlamento.
El senador derechista también respaldó la versión de que su padre intentó manipular y romper su brazalete electrónico de monitoreo en el tobillo como consecuencia de un estado de supuesta «confusión mental», que habría sido causado por los medicamentos que toma tras una cirugía hecha en abril para eliminar una obstrucción intestinal.
«Él no decía que quería huir», expresó y agregó que una fuga era algo «imposible» en medio de la vigilancia policial en las cercanías de su domicilio.
Bolsonaro fue sentenciado a 27 años y tres meses de prisión en el juicio por la intentona golpista en contra del actual mandatario de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, que el 8 de enero de 2023 derivó en la invasión por simpatizantes bolsonaristas al Congreso, la Corte Suprema y el Palacio Presidencial en Brasilia. La condena aún no es firme y se encuentra en fase de apelación.
(RT)
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