Caracas es sede de la Plenaria Nacional del Proceso Constituyente Indígena, un espacio crucial de debate y articulación que busca transformar proyectos y políticas de autogobierno para los pueblos originarios de Venezuela.
Esta jornada histórica se consolida como una manifestación de la fuerza del Poder Popular Indígena, cuyo compromiso es clave para el cumplimiento del Plan de las Siete Transformaciones (7T) impulsado por el Gobierno nacional con horizonte en el año 2030.
La participación de las comunidades es calificada como «extraordinaria y protagónica», superando todas las metas iniciales. La ministra para los Pueblos Indígenas, Clara Vidal, y la diputada Noheli Pocaterra lideran el encuentro, que congrega en la Escuela Venezolana de Planificación a delegados y autoridades de los 34 pueblos indígenas de Venezuela para debatir y consolidar las propuestas que, desde su diversidad cultural y saberes ancestrales, nutrirán el próximo Proceso Constituyente de la República.
Las cifras de movilización y organización demuestran la efectividad del proceso de base. Se alcanzó un 100% de efectividad en las asambleas municipales, con 81 encuentros celebrados a lo largo del territorio nacional. En total, más de 14.400 personas se movilizaron en las asambleas municipales y estadales, reflejando un compromiso masivo con la construcción colectiva del futuro del país.
Un hecho de alto valor político y territorial es la realización de asambleas en 18 estados y, por primera vez, dos encuentros en la estratégica región de la Guayana Esequiba. Esta participación no solo subraya la soberanía venezolana sobre el territorio, sino que integra formalmente en el debate nacional las voces y propuestas de las comunidades ancestrales de esa zona.
Esta participación masiva indígena es interpretada como un impulso fundamental para dos ejes esenciales de la gestión nacional. Por un lado, consolida la Democracia Directa, elemento central de la Transformación Política (1T).
Por otro lado, acelera la recuperación integral del Estado de Bienestar (Transformación Social, 2T), al incorporar las necesidades y visiones de los pueblos originarios como protagonistas y depositarios del poder constituyente.
Bajo este espíritu de «intercambio de saberes y construcción colectiva», los pueblos originarios reafirman su rol no solo como sujetos de derecho, sino como actores decisivos en la política nacional.
La ministra para los Pueblos Indígenas afirmó que los hombres y mujeres de la población originaria vienen a traer las propuestas de las asambleas en las que el «2025 se ha convertido en un año maravilloso para los pueblos indígenas de Venezuela, desde la incorporación para las elecciones realizadas en el país».
(teleSUR)
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