La activista política de extrema derecha, la estadounidense Laura Loomer, reconoció públicamente que el fentanilo, droga sintética altamente consumida en Estados Unidos, no se produce en Venezuela.
Así lo manifestó a través de un mensaje publicado este lunes 8 de diciembre a través de su cuenta en X, en respuesta a recientes declaraciones del secretario de Guerra de esa nación, Pete Hegseth, quien señaló que “los días en que las organizaciones terroristas designadas operaban libremente en nuestro hemisferio han terminado. Los estamos rastreando. Los estamos matando, y seguiremos matándolos mientras sigan envenenando a nuestra gente con narcóticos”.
En su mensaje, Loomer afirmó que “el fentanilo no se fabrica en Venezuela”, y que esta droga llega a su país vía México.
“Cabe destacar que más del 90 por ciento del suministro de drogas que entra a Estados Unidos proviene de México, especialmente el fentanilo”, señaló, al tiempo que se preguntó cuándo comenzarían a atacar a los grupos que distribuyen este estupefaciente.
“Dado que el 90 por ciento de las drogas que entran a Estados Unidos y que están matando a estadounidenses provienen de México, ¿cuándo podemos esperar ataques aéreos contra los cárteles mexicanos en México? ¿Y qué hay de China?, ya que China produce los químicos que se utilizan para fabricar fentanilo en México. Tiene mucho sentido empezar por neutralizar a los cárteles mexicanos, ya que de ahí proviene la mayor parte del daño. Me pregunto por qué no se ha hecho. Seguramente el secretario de Guerra sabe dónde viven todos los capos de la droga mexicanos”, escribió.
Vale recordar que desde el pasado mes de septiembre, el régimen gringo ha atacado a más de 20 lanchas en la zona del mar Caribe y el océano Pacífico, alegando, sin mostrar una sola prueba, que estas pertenecen a grupos del narcotráfico.
En estos bombardeos han asesinado a más de 80 personas, que han sido catalogados por ellos de terroristas. Sin embargo, a la fecha, se desconoce la identidad de la mayor parte de estas víctimas.
Hasta los momentos, se sabe que uno de ellos era de nacionalidad colombiana. Se trata de Alejandro Carranza, pescador de 42 años de edad, cuyos familiares denunciaron el caso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
También se sospecha que dos pescadores de nacionalidad trinitense perecieron en uno de esos ataques. Fueron identificados como Richie Samaroo y Chad Joseph.
(Laiguana.tv)
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