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En el marco de la Campaña Internacional de Limpieza de Costas, organizada por la Ocean Conservancy de Estados Unidos, y Limpiemos El Mundo, de Australia, cada tercer sábado de septiembre se celebra el Día Mundial de las Playas, iniciativa coordinada por FUDENA desde 1991, con el apoyo de decenas de grupos públicos y privados de toda la costa venezolana.

 

Esta iniciativa está orientada al público en general, con énfasis en los usuarios directos e indirectos de las playas venezolanas, tales como vacacionistas, pobladores locales, sociedad civil organizada, empresas privadas, organismos militares e institutos gubernamentales.

 

Es así, que el Día Mundial de Playas es una jornada voluntaria, cuyo objeto es lograr la sensibilización y participación de la comunidad en pro de soluciones a los problemas ambientales de las playas venezolanas. Concretamente, ese día se realizan las siguientes actividades:

 

•Clasificación y cuantificación de los desechos sólidos existentes en las áreas marinas y costeras (incluyendo lagos, ríos, lagunas) del país.

 

•Promoción de la participación ciudadana en la conservación de los ambientes marinos y costeros, dirigiendo los esfuerzos hacia el visitante local.

 

•Divulgación de la información referente a los diferentes problemas de contaminación que afectan nuestros ecosistemas costeros.

 

Playas de Venezuela abarrotadas de desperdicios

 

Las playas de Venezuela se han convertido en depósitos de todo tipo de desperdicios. Botellas, latas, escombros, anime, papel y gomaespuma, figuran entre los más comunes, sin dejar de lado la inmensa cantidad de colillas de cigarrillos y trozos de madera, acompañados de neveras, cocinas y hasta sanitarios. En ellas es posible encontrar cualquier cosa. Desde un vehículo abandonado tras la filmación de una película o un programa de televisión, hasta una rueda de camión o un parabrisas de avión.

 

Como si fuera poco, muchas playas también son testigo de la disposición directa de aguas servidas en sus orillas, muy cerca de poblados y bañistas, como si a nadie le importara. Recordemos que estas aguas pueden ser un vehículo transmisor de enfermedades que además los posibles daños a la salud humana, deteriora el paisaje en forma determinante, disminuyendo el atractivo natural de estas regiones para la recreación y el turismo.

 

Vale destacar que algunas playas exhiben sobre sus piedras algas muy verdosas, como musgo marino, que crecen sin control y “le dan un especial atractivo”. Sin embargo, lo que muchas personas no saben es que puede tratarse de un proceso de un crecimiento desmedido de plantas debido a la alta concentración de nutrientes, característico de una posible contaminación, es lo que se llama eutroficación.

 

Sin lugar a dudas todos somos responsables de la crítica situación de las playas de Venezuela. Por un lado, los temporadistas dejan a su paso decenas de desperdicios. Por el otro, las autoridades locales no disponen de un sistema efectivo de recolección, tratamiento, transporte y disposición final de los residuos para atender este problema.

 

El sector industrial y de servicio, por su parte, debe promover el desarrollo de nuevas tecnologías que permitan producir envases que puedan ser reutilizados o reciclados. A nivel nacional, el Ministerio del Poder Popular para el Ambiente debe impulsar la estricta supervisión ambiental garantizando el cumplimiento de la normativa legal vigente, en coordinación con los organismos de Policía Ambiental.

 

La ausencia de un plan nacional de ordenación y desarrollo sustentable en las áreas marinas y costeras, la carencia de efectivos sistemas de manejo de la basura, y la falta de una apropiada vigilancia y control en las áreas afectadas, parecieran ser las necesidades más importantes.

 

Lo importante es no quedarse de brazos cruzados y participar activamente en la solución de esta problemática. Es poco lo que las autoridades pueden hacer, si la ciudadanía no participa activamente en la solución de sus problemas ambientales.

 

¿Qué hacer para ayudar a conservar las playas?

 

Muchas playas de Venezuela se han convertido en depósitos de todo tipo de desperdicios. Botellas, latas, escombros, anime, papel y gomaespuma, figuran entre los más comunes, sin dejar de lado la inmensa cantidad de colillas de cigarrillos y trozos de madera, acompañados de neveras, cocinas y hasta sanitarios. En ellas es posible encontrar cualquier cosa. Desde un vehículo abandonado hasta una rueda de camión.

 

Como si fuera poco, muchas playas también son testigo de la disposición directa de aguas servidas en sus orillas, muy cerca de poblados y bañistas, como si a nadie le importara. Recordemos que estas aguas pueden ser un vehículo transmisor de enfermedades que además los posibles daños a la salud humana, deteriora el paisaje en forma determinante, disminuyendo el atractivo natural de estas regiones para la recreación y el turismo.

 

Vale destacar que algunas playas exhiben sobre sus piedras algas muy verdosas, como “musgo marino”, que crecen sin control y “le dan un especial atractivo”. Sin embargo, lo que muchas personas no saben es que puede tratarse de un proceso de un crecimiento desmedido de plantas debido a la alta concentración de nutrientes, característico de una posible contaminación, llamada por los expertos eutroficación.

 

Sin lugar a dudas todos somos co-responsables de la crítica situación de las playas de Venezuela. Por un lado, los temporadistas dejan a su paso decenas de desperdicios. Por el otro, las autoridades locales no disponen de un sistema efectivo de recolección, tratamiento, transporte y disposición final de los residuos y desechos para atender este problema.

 

Por su parte el sector industrial y de servicio, debe promover el desarrollo de nuevas tecnologías que permitan producir envases que puedan ser reutilizados o reciclados. A nivel nacional, el Ministerio del Poder Popular para el Ambiente y con la activa participación de la ciudadanía, debe impulsar la estricta supervisión ambiental garantizando el cumplimiento de la normativa legal vigente, en coordinación con los organismos de Policía Ambiental, incluyendo la conceptualización y puesta en marcha de un Plan de Gestión y Ordenación de las Zonas Costeras, tal y como lo establece la ley.

 

Lo importante es no quedarse de brazos cruzados y participar activamente en la solución de esta problemática. Es poco lo que las autoridades pueden hacer, si la ciudadanía no participa activamente en la solución de sus problemas ambientales.

 

VITALIS recomienda las siguientes acciones para su bienestar y seguridad:

 

•Evite las playas abarrotadas de basura. Además de poner en riesgo su salud en el corto o mediano plazo. Ud. pudiera ser objeto de un accidente.

 

•Jamás deje ningún tipo de desperdicio en la playa. Si nota que los potes para basura están saturados, tráigala consigo, y dispóngala apropiadamente.

 

•Evite llevar envases de vidrio a la playa o latas que al abrirse se conviertan en un peligro, y en todo caso, manéjelos con responsabilidad para que no se conviertan en un peligro para otros usuarios.

 

•Cerciórese que la playa esté señalizada como apta, y verifique los listados elaborados por los Ministerios Populares del Ambiente y Salud para tal fin. No utilice playas prohibidas que pueden poner en riesgo su salud.

 

•Verifique que la playa cuente con salvavidas y alguna zonificación. Esté pendiente ante cualquier mensaje, perifonía o silbato de alerta de los salvavidas.

 

•Nunca se bañe en una playa cercana a un bote de aguas negras, grises o de otro color. Antes de instalarse en ella, recórrala toda, y asegúrese de elegir la apropiada.

 

•Analice y comprenda la vocación de la playa. No todas son aptas para el uso recreativo ni todas para su uso deportivo.

 

•Evite llevar animales domésticos a la playa. Usualmente habitan otros organismos vivos que pueden sentirse amenazados por su presencia, además de los seres humanos. Tenga presente que la arena y la salinidad del agua pueden ser perjudiciales para el animal.

 

•Utilice el calzado apropiado para evitar cortes al caminar sobre piedras, o en fondos de la playa que pudieran representar algún peligro.

 

•Dosifique su exposición al astro rey, y así esté nublado el día, utilice siempre un protector solar acorde a su tipo de piel y preferiblemente resistente al agua para que no lo pierda inmediatamente. Recuerde evitar exponerse al sol en las horas del mediodía, usualmente de mayor incidencia y peligro para la piel.

 

•Recuerde que las playas son ecosistemas vivos, donde ocurren decenas de procesos ecológicos esenciales que probablemente desconozca. Deténgase a observarlos y actúe con respeto hacia la naturaleza y sus diversas formas de vida. Disfrute la playa en armonía con la naturaleza y no sea un elemento de perturbación, generando ruido y residuos que degradan sus atributos naturales.

 

(Vitalis)