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Calles vacías, enormes filas de vehículos en algunas estaciones de combustible, y un rumor de protesta popular, es el ambiente que se vive en Riohacha y otros municipios de La Guajira colombiana, en donde la gasolina desapareció luego del cierre de la frontera venezolana, medida que pretende acabar con el contrabando de extracción en el país; dando paso a la más descarada especulación en esta zona fronteriza.

 

La pimpina de gasolina ayer se cotizó a 70 mil pesos, o sea, 14 mil pesos por galón, casi el doble a lo que cuesta en el resto del país.

 

Las 137 estaciones de gasolina, que hasta hace una semana tenían avisos de ‘se vende’ debido a la crisis generada por el contrabando, hoy aparecen abarrotadas de vehículos que esperan la llegada de un poco de combustible.

 

Extrañamente de las estaciones desapareció la gasolina y el Acpm. “No hay” es lo que le dicen a los propietarios de vehículos cuando llegan. La mayoría de las estaciones venden el producto a empresas particulares, con las cuales tienen contratos.

 

Frente al tema, es poco, o nada lo que hacen las autoridades. El gobernador José María Ballesteros y el alcalde de Riohacha, Rafael Ceballos, le dijeron al Presidente el pasado martes, durante su visita a esta ciudad, que “enviara gasolina con precios rebajados”. Ante esta tímida petición el Mandatario guardó silencio, eludió el tema, abordó el vehículo y se fue a Bogotá.

 

La situación es dramática no solo en Riohacha, sino en el resto de regiones de La Guajira, en donde los vendedores de pimpina se encuentran con los brazos cruzados, en las estaciones aumentan las filas de vehículos, mientras que la Cooperativa Ayatawacoop dice que viene haciendo despachos de acuerdo a los cupos que tiene cada estación.

 

(Diario del Norte)