Las expresiones corporales en algunas ocasiones revelan lo que en palabras no se quiere decir, este fue el caso del presidente de Guyana, David Granger, quien no disimuló su inconformidad al nunca sonreír durante el importante encuentro que tuvo este domingo con el Jefe de Estado, Nicolás Maduro y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
Aunque en la cita presidencial que transcurrió a puerta cerrada, realizada en Nueva York, Estados Unidos, se anunció en el cierre la reincorporación de los embajadores binacionales y todo transcurrió en un “clima de cordialidad”, el rostro tajante y predispuesto de Granger, dejó mucho qué pensar.
En la fotografía donde los tres altos funcionarios estrecharon sus manos como muestra de unión y mediación diplomática, no estaba de más un sincero gesto de alegría, sin embargo, el guyanés mantuvo su actitud incómoda y regañada, muestra de ello es la posición de su brazo el cual mantuvo comprimido, saque usted sus propias conclusiones.
Desde el pasado marzo se reactivó la crisis diplomática entre Venezuela y Guyana, una vez que el Gobierno del presidente Granger autorizara a la trasnacional Exxon Mobile seguir explotando en aguas de nuestro Esequibo, el cual le pertenece a los venezolanos por herencia.
“Venezuela ratifica la disposición de fomentar diplomacia de paz y hermandad, aunque algunos pretendan sembrar la intriga”, informó prensa Presidencial minutos después de clausurarse la reunión en suelo americano.
(LaIguana.TV / Fotos Prensa Presidencial – EFE)
