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Estados Unidos evaluó la posibilidad de asesinar al presidente boliviano Evo Morales en el año 2008, según revela un libro sobre Wikileaks publicado en septiembre que da cuenta de la intervención política de este país en América Latina para desestabilizar a los Gobiernos progresistas del continente.

 

En el año 2008, «el Departamento de Estado (de los EEUU) analizó seriamente la posibilidad de un golpe de Estado (en Bolivia), o el asesinato del presidente boliviano Evo Morales», explican Alexander Main y Dan Beeton, autores de uno de los capítulos del libro, en un artículo publicado la semana pasada en Jacobin Magazine.

 

Durante agosto y septiembre de 2008, el Gobierno de Evo Morales se enfrentó a los líderes opositores que gobernaban los departamentos de la región conocida como la Media Luna, quienes se oponían a las reformas impulsadas por el presidente y llamaron a crear departamentos autónomos en el país.

 

El libro prueba que durante el conflicto, Estados Unidos estaba en «comunicación regular» con los líderes autonomistas, con quienes mantuvieron conversaciones en las que hablaron de «hacer explotar gaseoductos» y de utilizar la «violencia como una probabilidad para forzar al Gobierno…a tomar en serio cualquier diálogo».

 

El conflicto de mediados de 2008 puso en riesgo la permanencia de Morales al frente de la presidencia y los enfrentamientos dejaron más de 30 personas muertas; la gran mayoría partidarias del presidente boliviano.

 

La situación llevó a Morales a expulsar al embajador estadounidense, Philip Goldberg, a quien acusó de colaborar con los líderes de las manifestaciones contra el Gobierno.

 

El libro, The Wikileaks Files: The World According to US Empire (Los Archivos de Wikileaks: El Mundo según el Imperio de los Estados Unidos), analiza decenas de miles de cables filtrados por la organización, que van desde los primeros años de la primera presidencia de George W. Bush (2001-2009), hasta la administración de Barack Obama, iniciada en 2009.

 

Los cables «revelan el día a día de los mecanismos de intervención política de Washington en América Latina» y ridiculizan «el mantra del Departamento de Estado de que ‘los EEUU no interfieren en la política interna de otros países'».

 

Según los autores, queda demostrado que Estados Unidos proveyó de material y «soporte estratégico» a partidos opositores de derecha, «algunos de los cuales son violentos y antidemocráticos».

 

«Los cables dibujan además una vívida imagen de la mentalidad de Guerra Fría de algunos embajadores estadounidenses y los muestran usando medidas coercitivas», contra los mandatarios progresistas latinoamericanos, explican Main y Beeton.

 

El caso de Venezuela

 

También en el caso de Venezuela, la información provista por las filtraciones de Wikileaks, prueban que EEUU estuvo detrás de varios intentos de derrocamiento del fallecido expresidente Hugo Chávez (1999-2013).

 

Además del intento de golpe de Estado del año 2002, que quitó a Chávez del poder durante 48 horas, los cables revelan que el Departamento de Estado entrenó y apoyó a líderes estudiantiles opositores, algunos de ellos conocidos por sus intenciones de «linchar» a dirigentes del Gobierno.

 

Una de las comunicaciones filtradas por Wikileaks, muestran en detalle la estrategia de EEUU para sacar del poder a Chávez, que incluye «dividir al chavismo» y «aislar internacionalmente» al presidente de Venezuela.

 

En 2010 Wikileaks ya había dado a conocer comunicaciones secretas entre altas autoridades del Gobierno estadounidense, quienes acordaron implementar un plan para «fortalecer los lazos con los líderes militares de la región que compartan nuestra preocupación por Chávez».

 

El libro menciona también la intervención política estadounidense en países como Ecuador y Nicaragua.

 

Wikileaks fue fundada en el año 2006 por Julien Assange, quien escribe el prólogo del libro.

 

Bajo el lema «abrimos los gobiernos», la organización lleva filtrados más de un 1,2 millones de documentos clasificados de Gobiernos de todo el mundo.

 

(RIA Novosti)