A las 12:36 de este mediodía (una hora menos en la España peninsular), la tercera sesión de ensayos libres del Gran Premio de Rusia de Fórmula 1 se neutralizó de forma repentina. Las cámaras de televisión realizaron un barrido hasta localizar el Toro Rosso de Carlos Sainz Júnior empotrado en las barreras de protección de la curva 13 del trazado. El coche médico se desplazó inmediatamente hasta la zona, y los comisarios se apresuraron a extraer al madrileño del interior de su monoplaza. La tensión quedó neutralizada cuando, al ser retirado por las asistencias médicas del circuito, el propio Sáinz levantó el pulgar en un gesto tranquilizador mientras era introducido en la ambulancia, inmovilizado en una camilla.
El delegado de la FIA, Matteo Bonciani, confirmó acto seguido que el piloto estaba consciente al tiempo que los médicos que le visitaron decidieron evacuarle en helicóptero al Hospital Nº 4 de Sochi, donde se le llevaron a cabo exámenes más exhaustivos. A falta de unos instantes para que la sesión cronometrada diera comienzo en el trazado ruso, el propio Sainz mandó un mensaje a través de Twitter en el que confirmaba que se encuentra bien, tanto como para pensar en subirse al coche mañana mismo. «¡Todo ok! Nada por lo que preocuparse. Ya pensando en cómo convencer a los médicos para que me dejen correr mañana», colgó en su cuenta de Twitter.
Según las imágenes que la realización mostró minutos más tarde, el hijo del bicampeón del mundo de rallies, de 21 años, abordó la frenada anterior a esa curva 13, a la derecha, cuando su monoplaza le soltó una gran sacudida, un fuerte culetazo, que le llevó a golpear el muro con la parte derecha del morro de su STR10, a más de 240 kilómetros por hora. A partir de ese instante, Sainz se convirtió en un simple pasajero hasta que su coche se incrustó en las barreras.
(elpais.com)
Todo ok! Nada por lo que preocuparse! Ya pensando en cómo convencer a los médicos para que me dejen correr mañana! pic.twitter.com/8EihihWSnu
— Carlos Sainz (@carlosainz) octubre 10, 2015
