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Así es el día a día de un trabajador revolucionario, como la de cualquier otro venezolano que lucha por ver crecer a su empresa.

 

“Amanecí muy temprano como de costumbre, me preparo para otro día de lucha, mientras tomo mi acostumbrado cafecito negro, que no cambiaría por nada del mundo”, me comenta un humilde trabajador de Fama de América, empresa que por cierto fue tomada por el gobierno nacional desde hace 6 años.

 

Su rutina mañanera es muy similar a la de cualquier otro: lidiar con el pesado tráfico caraqueño, las colas y el stress de la ciudad para llegar a su puesto de trabajo en la zona industrial de La Yaguara, en la capital venezolana para iniciar la jornada “Dios manda”, cuenta.

 

Jesús Manuel, por llamarlo de alguna manera para proteger su identidad, comparte lo que Fama de América les deja año a año a todos sus compañeros: “aumento de cesta tickets, sueldos altos y entrega gratuita de alimentos”, por solo citar algunos. 

 

De incógnitos paseamos con el pana “Chucho” por los pasillos, oficinas e instalaciones de Fama de América. Pasamos a chismear por los espacios y rincones y lo que vimos no fue nada del otro mundo; papeles, trabajo y olor a café que siempre me llevaba inconscientemente a la silla del rincón de la casa donde tomo mi tacita de guayoyo.

 

Procesos, almacenamiento, transporte, todo lo que tiene que ver con el tratamiento que merecen los granos del café, explicaba el primo “Chúo”, mientras seguía el olor a café. Tratando de conocer más de la empresa comenzamos a conversar con el propio personal y revisar las carteleras, que en ocasiones muestra más información de lo que uno simplemente ve.

 

Toda la rutina se hizo más interesante cuando en una de esas carteleras leímos una circular: “beneficios para las fechas de diciembre; pago de 16.750 bolívares para cesta navideña, pago de bono juguete de 9 mil bolívares, ambos casos con un incremento de 100 y 140 por ciento respectivamente en comparación con el año pasado”. Eso confirmó lo que me comentaba al inicio Manolín en relación a los beneficios.

 

Ya casi para salir al final de la tarde y de manera sorpresiva un grupo comenzó con movimientos raros dentro de la empresa. Pregunté a Jesús y apuntando con los labios me dijo: esos son los sindicaleros, son como unos 50, con poquiticos porque en total somos 400.

 

Preguntando y preguntando nos enteramos que ese grupúsculo se había declarado en “Asamblea Permanente”. ¿Pero a razón de qué?

 

Como dice el dicho, el que busca encuentra y nos enteramos que la causa de la decisión ha sido por un asunto prácticamente insólito: los nuevos jefes cometieron el “abuso de poder” de “imponerles” estos beneficios socioeconómicos de la cesta navideña y el bono juguete.

 

Resulta, que uno de esos guachafiterosos soltó que quieren más beneficios de los ya aprobados: cesta navideña en físico con alcohol y el cesta juguete para sus chamos de 20 lucas.

 

Qué triste saber que existen en este mundo personas como estas, que van para el cielo y van llorando.

 

De todo esto me quedaron dos cosas: que los trabajadores de Fama de América siguen creciendo y recibiendo beneficios mejores que en años anteriores, pese a la inconformidad de unos pocos; y la segunda cosa que me quedó, fue la ropa impregnada del bendito café.

 

(LaIguana.TV)