El dolor que invadió las calles de París el pasado viernes, durante los ataques terroristas simultáneos que quitaron la vida a 129 personas y dejaron a otras decenas gravemente heridas, causó una fuerte conmoción a sus habitantes. Mientras las investigaciones prosiguen para detener a los asaltantes que lograron huir, nuevas imágenes e informaciones muestran la sangre fría con la que actuaron y el sufrimiento de quienes tuvieron que padecer su violencia. El diario británico «The Daily Mail» ha publicado este jueves el vídeo de la que pudo ser una matanza como la de los bares Le Carillon, La Belle Équipe o el Comptoir Voltaire: en otro establecimiento, cuyo nombre no se desvela por razones de seguridad, un hombre armado comenzó a disparar contra los clientes en su interior. Cinco personas murieron.

 
Según sostiene «The Daily Mail», el terrorista que aparece en ese vídeo es Salah Abdeslam, el yihadista de origen belga y 26 años de edad sobre quien pesa una orden de busca y captura por su implicación en los atentados de París de este viernes. Las imágenes muestran la brutalidad de una escena que se repitió en los distritos 11 y 12 de la capital francesa durante esa noche: mientras unas mujeres charlan en el interior del establecimiento y el que parece el propietario con una joven camaerera, los primeros impactos de bala disparados desde fuera rompen los cristales y provocan que todos se tiren al suelo. La confusión y el silencio se apoderan del local, mientras el atacante desaparece del objetivo durante unos minutos. Luego vuelve y se aproxima a la terraza con la intención de rematar en el suelo a sus víctimas. No lo consigue porque el rifle se encasquilla, momento en el que decide huir.

 

Desde otro ángulo, las cámaras también captaron la escena que vivieron desde el mostrador del bar. El propietario, asustado tras los primeros disparos, huye a través de unas escaleras para ocultarse. La camarera se esconde en la barra y muestra una gran solidaridad. Cuando una mujer se aproxima hasta ella, en apariencia herida, intenta taparla con sus manos para que pueda salir del punto de mira del atacante y luego la abraza. Incluso tiene el valor de asomarse para comprobar si el autor del tiroteo ya ha desaparecido. En ese momento, ambas descienden juntas hacia la bodega. Un lugar que se convertirá en refugio de muchas otras personas que llegan al cabo de un rato al establecimiento en busca de ayuda.

 

Las operaciones para detener a los terroristas que lograron escapar todavía continúan. Este miércoles, la Policía francesa asedió un apartamento en Saint-Denis, al norte de la capital, donde murieron dos presuntos terroristas y otros ocho resultaron heridos. Su objetivo, según señaló Reuters, era perpetrar una nueva matanza contra La Défense, el pulmón financiero de París.

 

(ABC.es)

ataque1.jpg