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Este viernes 27 de noviembre el expresidente del gobierno español, Felipe González, sugirió que el asesinato del «dirigente opositor» Luis Manuel Díaz, acontecido el pasado miércoles 25 en un acto proselitista que se celebraba en Altagracia de Orituco (Guárico), respondería a un presunto plan violento orquestado por el gobierno venezolano, con el fin de generar un clima de inseguridad en el país que justifique la suspensión de los comicios parlamentarios del próximo 6 de diciembre.

 

En una rueda de prensa, González señaló: «El gobierno de Nicolás Maduro tiene que investigar y garantizar la tranquilidad y la seguridad, salvo que esté escalando para suspender el día 6». Más adelante, en este mismo sentido, destacó que las autoridades venezolanas son «responsables de la seguridad de los ciudadanos y, especialmente, de los candidatos y de las familias de los presos políticos».

 

El caso de Díaz, cabe destacar, ha desatado de la noche a la mañana una matriz de opinión en las filas derechistas, según la cual la alta dirigencia revolucionaria estaría atentando contra los candidatos opositores y contra distintas personalidades de dicho sector, para así intimidarlos y promover una presunta anulación de los venideros comicios. Incluso voceros del propio Departamento de Estado de los EE.UU., injerencistas e insolentes como siempre, han «solicitado» al Ejecutivo de nuestra nación que «proteja a los candidatos opositores».

 

Nada más alejado de la realidad que esta actual olla amarillista montada por la canalla mediática nacional e internacional. Es necesario señalar que altos representantes del gobierno de Venezuela, e inclusive el propio presidente de la República, Nicolás Maduro, han reiterado una y otra vez que las elecciones del 6D se llevarán a cabo «llueva, truene o relampaguee».

 

Recordemos también que, según han informado las autoridades, el secretario general de Acción Democrática (AD) en el estado Guárico, Luis Manuel Díaz, era el último miembro de una banda criminal aliada a mafias sindicales de la referida entidad.  Este sujeto, y así consta en los archivos de la Fiscalía, había sido detenido en 2010 por homicidio. Su banda, denominada «Los Plateados», se dedicaba a la extorsión de ciudadanos. Su muerte, por cierto, habría sido producto del sicariato.

 

Ahora la ultraderecha venezolana, a través de oscuros voceros como González, denuncia persecución e intimidación política previo a los comicios parlamentarios. ¿Será que ante el muy probable triunfo del chavismo ahora la oposición está armando toda esta tramoya, con el objetivo de justificar un recule de último momento para así evitar la raya de una nueva derrota? ¡No nos sorprendería para nada!

 

(LaIguana.TV)