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El señor Germán Oscar Carrero salió como cada nuevo día de trabajo hacia Corposalud, allí chequeaba la ruta que cubría para distribuir medicamentos en San Cristóbal, ese día tenía una particularidad y Germán estaba consciente de ello, tendría que transitar por varios de los sectores tomados por guarimberos, pagados por los ejecutores de la operación fascista La Salida y que se activó con mucha intensidad en el estado Táchira.

Enero 2014
Dirigentes de la ultraderecha venezolana anuncian a los medios de comunicación La Salida, operación fascista empleada para generar caos y desestabilización en el país.

 

12 de febrero de 2014
Los planes se llevan a cabo, focos de violencia se activan en algunos puntos del país, hechos vandálicos, ataques a instituciones públicas, violación al libre tránsito y hasta agresiones ecológicas.

 

Resultado: 43 fallecidos y 878 heridos víctimas de las guarimbas
Pese a esto, Germán sentía que debía cumplir con su labor, más aún porque en esos centros de salud había muchos heridos, afectados por las barricadas y la violencia generada por la ultraderecha venezolana.

 

«Nos sacaron seis ferreterías, casas, motos, donde yo fui víctima, perdí una manita escoltando unas cajas de Corposalud para el Hospital Central y el Seguro Social, me tiraron una bomba casera, yo metí mi manita por que venía para la cara y así perdí mi mano», relató.

 

Germán Carrero junto a otros tres compañeros, a bordo de un vehículo de Corposalud, salieron desde la zona industrial de Paramillo hacia el Hospital Central de San Cristóbal, en el camino fueron atacados con bombas de fabricación casera, lo que produjo severos daños en la mano derecha de Germán, la cual tuvo que ser amputada por los destrozos que causaron los explosivos accionados por los guarimberos.

 

Germán aún se sorprende de cómo un ser humano igual que él pudo atentar contra sus semejantes sólo por no pensar igual, y de cómo el odio y la intolerancia que este tipo de personas sienten lo convirtieron en víctima de la guarimba.

 

«Le pedimos de corazón a las personas que nos quieran ayudar, y por eso estamos conformando un Comité de Víctimas para que la gente agarre conciencia de que todos somos hermanos delante de Dios, y Dios le ha demostrado al mundo que ante sus ojos no hay blancos, ni negros, ni ricos, ni pobres», expresó.

 

Germán Oscar Carrero perdió su mano derecha pero no la fortaleza, no la valentía ni el espíritu, ni mucho menos las ganas de seguir levantándose como cada mañana a trabajar por su país.

 

(RNV)

 

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