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En su columna “El Espejo”, del diario “Últimas Noticias”, el periodista José Vicente Rangel, publicó su opinión sobre el empeño de la derecha en llegar al “poder”, aprovechando lazos que no se deben nombrar, con los que comprometen también la soberanía nacional.

 

Dicha publicación apareció el día 11 de Agosto del año 2014, con el título: “Sísifo y la oposición”, en ésta Rangel también afirma: “hasta ahora la política de la oposición carece de futuro y si este sector quiere tenerla debe formularla”, destacando que a la tolda azul le faltan proyectos para el país, certeza y propiedad de lo que le dicen a Venezuela.

 

A continuación lea el artículo íntegro:

 

1) El personaje de la mitología griega que se empeña en llevar una pesada piedra hasta la cumbre de una montaña, y que cuando cree que coronó el objetivo ésta rueda pendiente abajo y lo obliga a repetir —una y otra vez— el duro trabajo, lo utilizó Albert Camus en su obra El Mito de Sísifo como metáfora “del esfuerzo inútil e incesante” del ser humano. Con el liderazgo opositor venezolano sucede —guardando distancias— algo parecido. Desde que se estructuró, luego del colapso del puntofijismo y a raíz de la victoria electoral de Hugo Chávez en 1.998, insiste inútilmente en escalar la cima del poder.

 

2) Lo ha hecho por varias vías, apelando a todo tipo de recursos y de aliados —incluyendo los más abyectos—. Ha tocado la puerta de enemigos históricos del país y no ha perdido oportunidad de hacer alianzas innombrables, muchas de las cuales comprometen la soberanía nacional. Lo hizo apelando al golpe de Estado, el 11-A, y lo repitió de inmediato con el golpe petrolero. En ambos fracasó. La piedra de la aventura contra la Constitución y un gobierno legítimo, rodó por la falda de la escarpada montaña. Varias veces —18 ocasiones— trató de hacerlo por la vía electoral con el mismo resultado adverso. En su más reciente experiencia, una elección presidencial que perdió y que pretendió escamotear con la violencia guarimbera, volvió a fallar. Definitivamente, Sísifo la acompaña como fatalidad. Como expresión de lo que el novelista francés llamó “esfuerzo inútil”. ¿Por qué? Es la pregunta que hay que hacerse.

 

3) La respuesta resulta fácil. Porque el liderazgo de la oposición carece de proyecto de país, de definición ideológica, de coherencia, de organización, de seriedad en lo que le dice a los venezolanos. Una política no se hace mezclando contradicciones y posiciones dispersas. En nombre del pluralismo no se puede pretender agrupar partidos y personalidades que no tiene nada en común. Una suma de egos lleva por dentro el virus de la rivalidad. Tampoco la unidad como consigna es suficiente para garantizar la solidez de una política. Y menos cuando se sustenta en el odio. En ese turbio sentimiento que distorsiona todo y que fatalmente conduce a errores.

 

4) Lo que pasa en la alianza opositora era previsible. Ahora el pronóstico se cumple. La renuncia de Aveledo, de los pocos dirigentes que tenía clara la situación a partir de las derrotas en Gobernaciones, Alcaldías, en la presidencial donde se impuso Maduro, y, posteriormente, ante el desmadre de la guarimba que desató la división interna, es consecuencia del convencimiento al cual él arribó. En el sentido de que esa política se hallaba en un proceso de quiebra irreversible. Que mejor era apartarse y dejar que otros se encargaran del entierro. En otras palabras: hasta ahora la política de la oposición carece de futuro, y si este sector quiere tenerla debe reformularla. Sobre bases distintas. De lo contrario seguirá corriendo la misma suerte del mítico personaje griego. Pero ese es un problema de la oposición que, como se sabe, difícilmente escucha consejos.

 

Obama y la tortura

EL presidente de los Estados Unidos, Barak Obama, admitió, paladinamente, que su país tortura…, pero a partir del 11 de septiembre. Quienes conocen la historia de esa nación, caracterizada por la violencia, por el desprecio de los derechos humanos —por algo se niega a suscribir acuerdos sobre la materia que la comprometan internacionalmente— saben de sobra que no es así. Que la práctica de la tortura es de vieja data en el propio territorio norteamericano y fuera de él. Son reiterados los casos de torturas de ciudadanos por organismos policiales y de seguridad en los EE UU cuya información es velada al público, o bien ocultada para evitar que esos hechos trasciendan. Hacia afuera es peor la historia. Cuando Obama admite que se tortura después de la fatídica fecha del 11-S, da la impresión que quisiera absolver el pasado; pero ese intento revierte negativamente para él y se convierte en obscena mentira. Los gobiernos norteamericanos han empleado, históricamente, la tortura. Tanto la brutal como la sofisticada. Los latinoamericanos tenemos larga experiencia al respecto. La Escuela de las Américas, dirigida por oficiales de USA, entrenó por años un estimado de 50 mil oficiales de la región en métodos de tortura. Allí se editaron manuales acerca de cómo extraer información confidencial a los prisioneros mediante métodos salvajes. Por esos institutos desfilaron militares de países centroamericanos, colombianos, peruanos, chilenos, bolivianos, venezolanos y de otros continentes. En esa práctica, organismos como la Fuerza Armada, la CIA y otros, involucraron a distintas naciones montando en sus territorios bases especiales, a las que se les dio el nombre “agujeros negros”, como en Polonia. Rumania, Bulgaria Hungría, España, donde los torturadores, pertenecientes a fuerzas especiales, hacían lo que querían con los prisioneros. Obama declaró con increíble cinismo, que los organismos y personas que actuaron en tales prácticas inhumanas, eran patriotas que merecían respeto y reconocimiento, y que por consiguiente no serian sancionados. Ni siquiera por remordimientos de conciencia o para cubrir las apariencias, el presidente propuso la investigación de rutina en estos casos.

 

*Claves secretas*

*EL CASO del M/G Hugo Carvajal aún oculta pliegues novedosos. Desconocidos. Que cuando trasciendan depararán sorpresas. Surgirán ciertos nombres y revelaciones dignas de una novela de espionaje. Sobre el vecino país se confirmarán los insólitos nexos de la clase política y empresarial con el delito, narcotráfico, paramilitarismo, etc. ¡Oído al tambor!… *LA SOMBRÍA contabilidad que llevo sobre el genocidio cometido por el Gobierno de Israel en Gaza, arroja estos datos en el momento de escribir la columna: 1.800 muertos, entre estos 400 niños; 10.000 heridos, de los cuales 2.500 son niños; escuelas de la ONU, de Hamas, mercados, mezquitas, iglesias y más de 10.000 viviendas destruidas. ¿Qué diferencia hay con lo que hacían los nazis?… *ESCUCHÉ DECIR a Antonio Ledezma en televisión que “protestar no es delito”. Obvio. Pero depende, si la protesta es pacífica no hay problema; pero si es violenta sí lo hay. Como ocurrió con la guarimba, que sometió al acoso a los ciudadanos durante tres meses y provocó decenas de muertos, centenares de heridos y ataques a instalaciones públicas. Por cierto, los dirigentes de la oposición no repudiaron la violencia. Unos se hicieron los locos, otros la apoyaron, abierta o veladamente… *EL CASO de “los fondos buitre”, un asalto contra la economía argentina, promovido por un grupo de tenedores de bonos enquistado en el sistema financiero, con el aval de un juez venal de New York, movió a la oposición a Cristina Kirchner a emprender una campaña que afecta la soberanía de ese país y crea un precedente nefasto en la región. Pero los pueblos no comen cuento: una encuesta en Buenos Aires del Centro de Estudios de Opinión Pública (Ceop), revela que 6 de cada 10 argentinos respalda al Gobierno en el manejo del tema… *JOHN FEELEY, vocero del Departamento de Estado, dijo que la medida de privar de visa a funcionarios venezolanos fue consultada con los gobiernos de Brasil y Colombia, ¿cierto o falso? Pudiera ser una intriga, pero de ser cierto se trataría de un gesto inamistoso hacia Venezuela… *AL MISMO tiempo, todo parece indicar que “el golpe Carvajal” dejó loco al Departamento de Estado que ha optado por montar cualquier tipo de provocación. Por tanto, ¡Alerta!

 

(LaIguana.TV / ÚN)