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El Gobierno alemán considera que la edición crítica de Mein Kampf («Mi lucha»), el libro maldito de Adolf Hitler que publica el Instituto de Historia Contemporánea de Múnich (IfZ), debería estudiarse en los colegios para que el discurso del dictador nazi no quede sin réplica.

 

Según ha comentado la ministra de Educación democristiana (CDU) Johanna Wanka al diario Passauer Neue Presse, «los estudiantes también tendrán dudas y es bueno que éstas salgan en clase y se pueda hablar sobre el tema».

 

El Ejecutivo que dirige Angela Merkel (CDU) se alinea así al gremio de maestros que hace unos días expresaron querer usar el libro en las escuelas enfrentándose a las críticas de algunos líderes de la comunidad judía.

 
A la hora de su suicido, Hitler se encontraba empadronado en Múnich, razón por la cual el ministerio de Finanzas de este land recibe los derechos de autor del libro que pertenecían a la editorial del partido nazi Eher-Verlag y con la obligación de evitar su publicación, cuya primera edición data de 1925. La labor de persecución del ministerio bávaro termina este 31 de diciembre cuando se cumplan 70 años de la muerte del dictador y por lo tanto cualquiera puede reimprimir la obra que condensa la ideología racista y antisemita de Hitler. El IfZ presentará en enero su edición «Hitler, Mein Kampf. Una edición crítica» que añade contexto a la diatriba de odio en unas 3.500 anotaciones.

 

Para la Asociación de Docentes de Alemania, usar una versión comentada de «Mein Kampf» servirá para inocular a los adolescentes contra el extremismo político. Opinión que ha respondido Charlotte Knobloch, líder de la comunidad judía de Baviera: sería irresponsable usar un «texto antisemita» como material de enseñanza, ha dicho Knobloch: «En tiempos de creciente populismo de derechas, la enseñanza de los valores humanistas y los principios democráticos es indispensable».

 

El Consejo Central de los Judíos en Alemania, por su parte, ha afirmado que no se opondría a la publicación de una versión comentada del libro, que Hitler comenzó a escribir en 1924 en la prisión de Landsberg. Acerca de una edición neta, las autoridades germanas han anunciado que procesarán a los editores que publiquen el libro maldito sin contextualizarlo, acusados de «incitar al odio».

 

Según el dirigente de los maestros Josef Kraus, hay partes de «Mein Kampf» que podría ser parte de las clases de historia en las escuelas superiores, para estudiantes mayores de 16 años: «Una edición comentada científicamente podría ser una contribución útil a la inmunización de los jóvenes contra el extremismo político. Las escuelas no pueden simplemente ignorar ‘Mein Kampf’», ha dicho Kraus al diario financiero Handelsblatt. Según el diputado verde Volker Beck son más peligrosos los textos populistas de escritores contemporáneos, «bastante más accesibles para los jóvenes que la basura de Hitler. Esos textos deberían debatirse».

 

(ABC.es)