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“¿Qué es esto? ¿Qué es esto?”, estalló el técnico Luis Enrique, de lo más agitado, ido hasta el punto de que entró sobre el terreno de juego para luego gritarle en la cara al cuarto árbitro. Una acción que recordó a sus tiempos de jugador, cuando en ocasiones le podía la pasión a la razón. Ocurrió, en cualquier caso, que Filipe Luis entró de forma escalofriante con los tacos por delante y a la altura de la rodilla sobre Messi, por lo que no tuvo el perdón del árbitro, que le enseñó la cartulina roja y le envió al túnel de vestuarios justo antes del entreacto. Leo, mientras, se frotaba la rodilla con la mano. Quería jugar y así lo hizo puesto que firmó su noveno gol en los últimos partidos ligueros.

 

Ya en el segundo tiempo, Godín también se pasó de revoluciones con una entrada peligrosa sobre Luis Suárez. Era la segunda vez que se extralimitaba y la segunda tarjeta amarilla. Dos disparates que auparon al Barcelona.

 

(elpais.com)