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La tarde de este domingo 7 de febrero se llevó a cabo la edición número 50 de la gran final de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) Super Bowl, celebrado en la ciudad de Santa Clara (California – EE.UU.). La misma se disputó entre los Denver Broncos y los Carolina Panthers. El encuentro se realizó en el Lewis Stadium de la referida localidad.

 

Al menos 114.4 millones de personas vieron el partido en el año 2015. El costo en este año 2016, por cada 30 segundos de comercial, fue de 5 millones de dólares. El precio medio de un boleto para asistir a este evento fue de 6.008 dólares. Los asientos VIP se cotizaron en 25.000 dólares. Por lo menos 1.5 millones de estadounidenses no asistirá a su trabajo este lunes 8, debido a enfermedad por exceso de consumo de comida chatarra y de gaseosas.

 

Dicho evento, en español conocido como «Súper Tazón», este domingo se convirtió en TT en la red social Twitter, inclusive en América Latina. Su realización, obviamente, aporta millones y millones de ganancias a las empresas promotoras. En 2015, los ciudadanos norteamericanos gastaron una suma de más de 14.000 mil millones de dólares para seguir las hazañas de sus jugadores favoritos. El gasto en bebidas gaseosas y alimentación, con respecto a 2014, aumentó en más de 2.000 millones de dólares.

 

La actual edición, cabe destacar, marca la cuarta vez que la firma transnacional Pepsi Cola participa como patrocinador oficial del medio tiempo del Super Bowl.

 

Durante este campeonato, es necesario precisar, se pone en marcha una estrategia monstruosa de márketing y de manipulación mediática, cuyo único propósito es hacer reventar las cuentas bancarias de los empresarios más poderosos del imperio gringo. El producto comercial, por encima del propio deporte y del hecho cultural, que este sin dudas representa, se convierte en el centro de atención. Ese día cada habitante del país del Norte se comporta como un verdadero zombie, como un autómata atado a una simple moda.

 

(LaIguana.TV)