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La madrugada de este viernes el expresidente de Brasil, Lula Da Silva, fue detenido en su casa en Sao Bernardo do Campo, en medio de un sorpresivo y exagerado allanamiento policial, donde fue interrogado sobre el escándalo de corrupción que envuelve la petrolera Petrobras.

 

El exmandatario brasileño al ser liberado horas después calificó la acción policíaca, como un “circo mediático innecesario” y aseguró que jamás ha participado “directa o indirectamente”, en lo investigado por la “Operación Lava Jato, ni en cualquier otra, antes, durante, o después de su Gobierno”.

 

Seguro de su correcta gerencia gubernamental, el brasileño retó a quienes dudan de él «si encuentran tan sólo un real robado en mi administración no merezco seguir en el partido».

 

El allanamiento parte de un show barato, además de la vivienda de Da Silva sumó la sede del Instituto “Lula en Sao Paulo” y la casa de su hijo, fue innecesario porque el expresidente nunca se ha negado a colaborar con la justicia de su país, por su parte, algunos Jefes de Estado de Latinoamérica, destacando Venezuela, repudiaron el abuso contra el brasileño. 

 

(LaIguana.TV)