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Los vecinos de la avenida 73B de la urbanización Las Lomas interrumpieron su almuerzo para ver a quién detenían en una de las casas del sector. Los efectivos de la Policía científica sacaron a dos mujeres de una vivienda donde funciona una peluquería canina. Mientras que de otra residencia sacaron a dos hombres.

 

A las damas las involucran en el homicidio de Omar Leal Ortega, un ingeniero civil de 60 años, a quien golpearon con un martillo en la cabeza, lo degollaron con un machete y quemaron el pasado lunes en la tarde dentro de su vivienda de la urbanización Gilcon, parroquia Raúl Leoni, al oeste de Maracaibo. 

 

Los vecinos indicaron que una de las mujeres se llama Jénnifer Rodríguez, de 30 años. La otra presuntamente es su madre. En el allanamiento, los investigadores recuperaron unos teléfonos, un monitor de computadora, un rifle, un par de televisores, unas máquinas de afeitar, la carretilla donde se llevaron los electrodomésticos y el martillo con que lo golpearon en la cabeza.

 

Jénnifer, presuntamente, le cortaba el pelo al gato del ingeniero. Se conocieron fortuitamente, hubo un amorío entre ellos y el pasado lunes se reunieron. Antes de partir, lo atacó con el martillo hasta dejarlo inconsciente, lo degolló con un machete y le abrió la puerta a sus cómplices.

 

Los vecinos explicaron que en la tarde vieron salir a las mujeres con una carretilla y a los pocos minutos empezó a salir humo de la residencia.

 

La escena 

 

Un allegado de Leal explicó que el cuerpo lo hallaron dentro de un baño de servicio, adyacente a la cocina de su casa. Las llamas cubrieron el 70 por ciento, desde su abdomen hasta los pies. Tenía heridas punzopenetrantes en su torso y moretones en el rostro. Una herida se extendía de extremo a extremo de su cuello y sus brazos los sajaron. 

 

Los expertos determinaron que las llamas iniciaron en el cuarto de la víctima, desde donde se expandieron hasta la parte trasera de la vivienda. Antes que el fuego llamara la atención vieron salir de la casa a dos hombres y una mujer que arrastraban consigo un carrito para llevar víveres.

 

Pasados unos 20 minutos las llamas alcanzaron una altura suficiente como para captar la atención de los residentes del sector. Unos llamaron a los bomberos y otros contactaron por teléfono a Leal, y alguien que no era él contestó, afirmando que ya iba de regreso. 

 

Para que los bomberos actuaran tuvieron que cortar el suministro eléctrico para cortar el cercado eléctrico de la vivienda. Otros 20 minutos después los bomberos controlaron el fuego, forzaron las puertas y hallaron el cuerpo del ingeniero civil.  

 

(laverdad.com)