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De secarse la represa de Guri Simón Bolívar no solo esta central hidroeléctrica se estaría apagando, también la de Caruachi y Macagua, ya que las tres importantes centrales se alimentan de las aguas provenientes del río Caroní. Así lo explicó el ingeniero electricista Miguel Lara, en una entrevista concedida a «Contrapunto» este martes. 

 

Según Lara, la crisis hidroeléctrica que está sufriendo hoy día Venezuela, es producto de la sobreexplotación que sufre la central Simón Bolívar (Guri) desde el año 2014. Al parecer, el Gobierno nacional estuvo aparentando normalidad en la distribución del servicio, pues desde el mes de agosto de 2015 se debieron tomar las previsiones para conservar el vital líquido en Guri. 

 

Lara, quien estuvo a cargo de la Oficina de Planificación del Sistema Interconectado, insistió en que las autoridades optaron por una medida poco prudente, que fue turbinar más agua y así cumplir con el abastecimiento requerido por el país. Sin embargo, esto no hizo más que forzar el sistema hidroeléctrico y llevarlo a los altos riesgos que hoy enfrenta. 

 

Por otra parte, el profesor jubilado del departamento del ingeniería hidrometeorológica de la UCV Valdemar Andrade, explicó durante la misma entrevista, que las posibilidades del colapso de Guri son de un 99%, esto debido a que la cota crítica de diseño para el funcionamiento de la central es de 240 y actualmente se encuentra en 246. Además, a medida que va bajando esta cota, se hace más ineficiente la producción de energía, lo que significa que se utiliza más agua y se obtienen resultados menos favorables. 

 

No obstante, si el agua llega a su medida crítica, hay que prescindir del funcionamiento de algunas máquinas, lo que es igual a racionamiento eléctrico y/o apagones sorpresivos; según el experto. De presentarse este escenario, en Venezuela habría oscuridad en un territorio cuya extensión alcanza a tres ciudades como Caracas. 

 

Asimismo, vaticinaron dicho colapso para mediados del mes de Abril, y no hay -según Andrade- un «plan B», es decir, una medida que a estas alturas contrarreste la situación en la que se encuentra Guri ni una central termoeléctrica lista para respaldar sus funciones. 

 

Otro experto en la materia, Abraham Salcedo, criticó el hecho de que el Gobierno no tomara las previsiones necesarias en materia hidroeléctrica aun sabiendo que el fenómeno «El Niño» azotaría a Venezuela en el 2016. «No hay sorpresas» indicó, ese fenómeno natural no es una «amenaza» sino un elemento con el cual se puede lidiar, siempre y cuando haya prudencia en el manejo de los recursos. 

 

Afirmó, en este sentido, que Guri está operando desde hace años en condiciones riesgosas y que, a pesar de estar diseñado para resistir hasta 3 años en condiciones de austeridad, sólo sería posible si las centrales termoeléctricas prestaran su apoyo; cosa que no sucede actualmente. 

 

Medidas gubernamentales de último minuto ¿ayudan? 

 

Según Andrade, mandar a los venezolanos a sus casas no ayuda en nada a la recuperación de Guri ya que, en tres días no es posible. Además, puede que la gente no esté realizando consumos en su lugar de trabajo, pero sí en sus casas; así que la medida resulta inútil. 

 

Para que la central Simón Bolívar se recupere, explican, tendría que haber una temporada de lluvia de al menos 6 meses. Es decir, tendría que llover más de lo normal en Venezuela. Considerando que la temporada de lluvia comienza a finales del mes de mayo -principios de Junio-, lo que se debe tomar como acción inmediata es el racionamiento eléctrico, con el fin de extender los recursos por lo menos hasta junio. 

 

La tendencia a anunciar una anticipación en la temporada lluviosa es otro despropósito, ya que la población debe estar informada de la situación real que vive Guri, para así someterse con conciencia a las medidas que se deban asumir. 

 

Asuntos de gerencia pública

 

Si bien es cierto que no todos los organismos públicos tienen incidencia sobre la gerencia que maneja el sector hidroeléctrico, la Asamblea nacional por ejemplo puede tomar parte, asumiendo tareas de revisión de los recursos que se destinan en el presupuesto nacional al mantenimiento de las centrales. Asimismo, se deben sincerar las tarifas que la población paga por el servicio. 

 

Guri necesita, actualmente, ingeniería de punta que se encargue de supervisar que todo marche correctamente; que ni una bolsa plástica entre a las máquinas y pueda afectarlas. ¡Así de cerca del colapso está!

 

Por otra parte, es vital garantizar el gasoil para que plantas termoeléctricas -como la de Tacoma- puedan entrar en funcionamiento (ésta nunca ha producido energía, por ejemplo), para que presten el respaldo que las centrales hidroeléctricas necesitan, según su diseño original. 

 

(LaIguana.TV)