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La empresa Unaoil, dirigida por la familia Ahsani de Mónaco, durante las últimas dos décadas ha corrompido sistemáticamente el mercado petrolero mundial a través de millones de dólares distribuidos en sobornos a decenas de empresas gigantes de EE.UU., Alemania, Australia, el Reino Unido, Italia y Corea del Sur, junto a una larga lista de burócratas y políticos, según la revelación publicada por Fairfax Media y ‘The Huffington Post’.

 

Los periodistas de investigación afirman que, a pesar de que Unaoil no es conocida como una de las compañías más grandes del mundo, su actividad encubierta fue decisiva para conseguir muchos de los acuerdos millonarios en el sector petrolero de países como Libia, Irak, Irán, Siria, Yemen y Emiratos Árabes Unidos.

 

Unaoil principalmente representa servicios de mediadores secretos entre las grandes empresas occidentales y las petroleras estatales en Oriente Medio, afectadas por la denominada ‘primavera árabe’. La red internacional de agentes de Unaoil, que ‘regó’ miles de millones de dólares en sobornos, fue investigada a través de cientos de llamadas telefónicas y reuniones clandestinas.

 

La familia Ahsani corrompió a dos ministros de Petróleo iraquíes, un mediador sirio, altos funcionarios de Muammar Gaddafi en Libia, altos cargos del sector petrolero de Irán, funcionarios poderosos de los Emiratos Árabes Unidos y un negociador de Kuwait.

 

La empresa repartió la industria petrolera de Oriente Medio

 

La empresa Unaoil, con sede en el Principado de Mónaco, es una sociedad anónima registrada en las Islas Vírgenes británicas. Según ‘The Huffington Post’, Unaoil afirma ofrecer «soluciones industriales para el sector energético en Oriente Medio, Asia Central y África». Fue fundada en 1991 por Ata Ahsani, millonario que dejó el país después de la revolución de 1979.

 

Ata Ahsani dijo a Fairfax Media que el trabajo de su empresa es muy simple:

 

«Lo que hacemos es integrar la tecnología occidental con las capacidades locales». Dos hijos de Ata Ashani, Cyrus y Saman, están profundamente involucrados en las operaciones de la empresa de manera permanente.

 

Entre 2002 y 2012, la empresa Unaoil repartió la industria petrolera de Oriente Medio para el beneficio de las empresas occidentales. El sector petrolero de Irak, destruido por la campaña militar de EE.UU., fue sobornado por Unaoil, que ayudó a las multinacionales a tomar el control sobre los recursos naturales del pueblo iraquí.

 

Entre las compañías implicadas en la red de corrupción creada por los Ahsani se encuentran Rolls Royce y Petrofac del Reino Unido; las empresas estadounidenses FMC Technologies, Cameron y Weatherford; el gigante italiano Eni y Saipem; las empresas alemanas MAN Turbo y Siemens; la firma neerlandesa SBM Offshore; y el gigante indio Larsen & Toubro. También hay empresas gigantes como Samsung, Hyundai, Halliburton y Leighton Holdings. 

 

La revelación señala también que Unaoil tiene un enjambre de agentes entre los empleados de alto nivel de la empresa española Técnicas Reunidas, la francesa Technip y el gigante de perforación MI-SWACO. Estos mediadores no solo sobornaban a estas compañías, sino que cobraron sus propias comisiones ilegales.

 

El gigante estadounidense del sector militar Honeywell y la australiana Leighton Offshore acordaron con Unaoil ocultar los sobornos dentro de contratos fraudulentos en Irak. Un gestor de Rolls Royce, por su parte, negoció un pago mensual para la filtración de información desde el interior de la firma británica con destino a la familia Ahsani.

 

(RT)