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Sin duda es la mayor fuga de noticias en la historia de las finanzas. Once millones y medio de archivos secretos sobre más de 200 mil sociedades “offshore”. Sociedades creadas por el despacho de abogados Mossack Fonseca en Panamá. Aquí están los asuntos privados y miles de millones de dólares del presidente argentino recién electo Mauricio Macri, del presidente mexicano Peña Nieto, del primer ministro británico David Cameron, del Rey de España Juan Carlos I,  junto con estrellas como Leo Messi y Jackie Chan.

 

La investigación duró más de un año y produjo 11,5 millones de registros financieros y legales recopilados desde el año 1977 que muestran cómo personalidades de hasta 77 países lograron evadir impuestos y cometer crímenes de corrupción durante 40 años.

 

Todo comienza a partir de la firma legal Mossack Fonseca, con sede en la Ciudad de Panamá, en el corazón de uno de los paraísos fiscales más eficientes e impenetrables del mundo. Gracias a un informante, centenas de periodistas del The International Consortium of Investigative Journalists (ICIJ) tuvieron acceso a este enorme archivo de documentos secretos.

 

Las cifras hablan por sí solas. Más de 200 mil empresas, fundaciones, etc., operantes en 21 paraísos fiscales de  todo el mundo y decenas de miles de clientes, ciudadanos de 200 países diferentes, entre ellos políticos, artistas, empresarios, deportistas.

 

La mayoría de los servicios prestados por las compañías “offshore”, de hecho, serían perfectamente legales si respetaran las leyes y declaran sus operaciones a las autoridades fiscales. Sin embargo, los documentos examinados evidencian que los bancos y bufetes de abogados no siguen las reglas que permiten identificar a los clientes que participan en actividades ilegales.

 

Los profesionales que hace más de 40 años fundaron el estudio en Panamá -y continúan hoy siendo los socios principales- son personajes muy conocidos en la sociedad y en la política panameña.

 

Por un lado, Jürgen Mossack es un inmigrante alemán que llegó a Panamá con su padre, que estaba huyendo a través del Atlántico después de servir la SS de Hitler durante la Segunda Guerra Mundial. Por otro, Ramón Fonseca, también conocido en el país como novelista, en los últimos años ha trabajado como asesor del presidente de Panamá, Juan Carlos Varela.

 

Panamá siempre ha sido uno de los paraísos fiscales más activos en el registro de buques de todo tipo, desde los yates de los súper ricos a los barcos comerciales. Pues bien, resulta que el estudio Mossack Fonseca ha creado las oficinas “offshore” que administran los yates del rey de Arabia Saudita, Salman bin Abdulaziz Al Saud y del rey de Marruecos Mohammed VI.

 

Aquí, un ejemplo concreto. El 10 de febrero de 2011, una compañía anónima de las Islas Vírgenes Británicas, la Sandalwood Continental Ltd, ha prestado $ 200 millones a otra empresa de maletín con sede en Chipre, llamada Horwich Trading Ltd. Veinticuatro horas más tarde, Sandalwood ha girado su crédito a la empresa Ove Financial Corp., otra empresa misteriosa de las Islas Vírgenes, que concluyó la operación pagando tan solo un dólar. Pero el recorrido del dinero no termina ahí. El mismo día Ove ha pasado el mismo crédito a una sociedad “offshore” panameña, llamada International Media Overseas. Esta operación también se llevó a cabo con un precio de un dólar. El mismo día, por lo tanto, el crédito pasó a través de tres países, dos bancos y cuatro empresas, con el resultado final que es prácticamente imposible reconstruir el origen y el destino.

 

Ramón Fonseca, uno de los dos socios fundadores, dijo en una reciente entrevista a una televisión panameña que el estudio «no tiene la responsabilidad de lo que hacen los clientes con sus compañías offshore». Fonseca ha comparado su trabajo con el de un fabricante de automóviles. Culpar a nuestro estudio de lo que la gente hace con su propia empresa – dice Fonseca – es como culpar a un fabricante de automóviles «si la máquina se utiliza para hacer un robo».

 

(LaIguana.TV)