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No se ha divulgado qué llevaba la aeronave, Cessna, C340, bimotor, que acuatizó en el Lago de Maracaibo, el pasado 2 de abril. Tampoco se sabe nada de los presuntos tripulantes que, al caer, nadaron hacia Sabaneta de Palmas y huyeron. Nada se ha dicho sobre posibles detenciones o el rastro que siguen los investigadores. 

 

La información se mantiene clasificada.  “Esa investigación la lleva el Comando Nacional Antidrogas de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB)”, asegura el jefe del Comando de Zona 11 de la GNB, general de brigada Alejandro Pérez Gámez. 

 

Fuentes militares, bajo reserva de su identidad, aseguraron que “la aeronave está siendo sometida a experticias. No solo la matrícula —HI938—, de la República Dominicana, que se presumió sea falsa. También los seriales del fuselaje y los motores”, asegura.

“Regularmente cuando el narcotráfico utiliza esas naves para transportar drogas, le quita todos los asientos, para crear un área de carga que no existe”, explica un experto aeronáutico. “En ese caso, la aeronave tenía los asientos completos. Podría pensarse que iba a aterrizar en alguna pista clandestina donde sería cargada”, afirma. 

Una presunción que se manejó desde el primer momento, y que se contrapone a lo que consideró el secretario de Seguridad del Zulia, Biagio Parisi. “Intentaron hundirla en el Lago después de que recogieron el alijo que llevaba o el cargamento de billetes. Podría cargar droga o divisa extranjera”, aseguró Parisi. 

 

La aeronave está bajo la custodia de la Guardia Nacional, en la Costa Oriental del Lago. En el municipio Miranda nada se dice sobre el acuatizaje. A la tripulación ‘se la tragó la tierra’. “Varios vecinos vieron salir vivos a los tripulantes que nadaron por el Lago”, se conoció el día del accidente.

 

“Las salidas de emergencia, ubicadas en las ventanas delanteras (parabrisa) de la aeronave, estaban abiertas”, se detalló cuando se produjo el acuatizaje. 

 
No es la primera vez que una avioneta, presuntamente utilizada para narcotráfico, cae en algún lugar del Zulia. En julio de  2014, otra Cessna aterrizó de emergencia en “un espacio donde podría operar una pista clandestina”, en una finca del sector La Cabuya, en Santa Rita, también en la Costa Oriental del Lago. 

 

En ese caso sí dio tiempo para destruir la evidencia. Los presuntos tripulantes, luego del aterrizaje forzoso, quemaron la aeronave y huyeron. “Involuntariamente, los Bomberos de Santa Rita utilizaron agua y espuma para extinguir las llamas. Eso evitó tener más precisión sobre las pruebas colectadas”, refirió un funcionario militar en esa oportunidad.

 

(Panorama)