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El vicepresidente de Brasil Michel Temer reaccionó sonriente mientras observaba en su residencia oficial Jaburu Palace en Brasilia, la votación televisada en la Cámara Baja del Congreso para la destitución de la presidenta Brasil, Dilma Rousseff.

 

Por segunda vez en menos de un cuarto de siglo, la cámara de diputados brasileña aprobó abrir un proceso de juicio político contra un líder elegido de forma democrática. La decisión fue un golpe devastador para la presidenta Dilma Rousseff, cuyo izquierdista Partido de los Trabajadores alcanzó el poder hace 13 años con la promesa de mejorar la situación de los humildes.

 

La votación del domingo por la noche, por 367-137 a favor del juicio político, superó con creces los 342 votos necesarios para que remitir el proceso al Senado, donde un voto por mayoría decidirá si Rousseff es juzgada y suspendida de forma temporal, con lo que el vicepresidente Michel Temer asumiría el mando provisional. No hay una fecha fijada para el voto en el Senado, aunque se espera que sea a mediados del mes que viene.

 

(Agencias)

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