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De la peor sequía en los últimos 40 años Venezuela podía estar a finales de 2016 entrando a un efecto contrario marcado por la probabilidad que  se desarrolle en las aguas del océano Pacífico La Niña, fenómeno influenciado por el enfriamiento en las aguas oceánicas y que ha traído abundantes lluvias, algunas con inundaciones  y deslizamientos. 

 

El Instituto Nacional de Hidrología y Meteorología (Inameh) señala que la “mayoría de los modelos de predicción de El Niño, indican que este evento cálido debería disiparse entre abril-junio con una posible transición hacia condiciones frías o de La Niña a partir de septiembre. Aunque persiste mucha incertidumbre debido a la dispersión de los modelos hacia el final del año, la probabilidad de que un evento frío La Niña emerja en ese período supera el 50% a partir del trimestre septiembre-noviembre”. 

 

Hay una probabilidad mayor del 50%, para que en el segundo semestre  de 2016  se presente La Niña, asomó en declaraciones recientes el ministro de Ecosocialismo y Agua, Ernesto Paiva. “Es lo opuesto al ‘Niño’, es decir, se enfrían las temperaturas de la superficie del océano Pacífico y genera lo contrario a El  Niño (…) La Niña al sur trae sequía, es decir, que para nosotros traerá lluvias, eso es una buena noticia, pero hay que tomar las previsiones del caso”.

 

“Todavía no tenemos mucha claridad con respecto a que se pueda presentar La Niña hacia finales de 2016, hay hasta ahora una probabilidad muy baja que sea la condición probable hacia final de año. Hacia mitad de año ya tendremos una neutralidad, es decir, una condición normal, y hay posibilidades de que poco a poco se vaya enfriando el oceáno Pacífico, que es lo que apunta hacia un fenómeno de La Niña. La temperatura en el oceáno Pacífico estaría cercana a las condiciones de inicio de un fenómeno de La Niña para octubre”, aclaró Alfonso López, integrante del equipo de Grupo de Modelamiento Numérico del tiempo y clima del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia (Ideam).

 

Aun cuando se presenten —agregó López— “ las condiciones es alta la probabilidad que no se consolide el fenómeno como tal este año, esto quiere decir que a pesar de que se inicie hay que esperar que se den cinco meses continuos de condición térmica asociada con La Niña y esa condición se ratificaría el año entrante, entonces podríamos confirmar”.

 

López explicó que “el Niño sucede única y exclusivamente en el océano Pacífico, pero afecta el clima mundial. No tenemos Niño como tal en Venezuela,  o  en Colombia, no tenemos Niño en Estados Unidos, en Australia o Europa, lo que existe es la afectación del fenómeno”.

 

El meteorólogo indicó que “habría una tendencia hacia el enfriamiento del Pacífico  hacia septiembre-octubre, y hay que esperar que se consolide cinco meses continuos para poder declarar un fenómeno de La Niña para enero o febrero del 2017, lo que habría en principio sería una fase de inicio, de aproximación al fenómeno de La Niña”. 

 

“Pasó con El Niño, son fenómenos que empiezan a desarrollarse y en esa etapa de inicio las afectaciones son muy tenues, y después que pasan los cinco meses ya comienza a ganar fuerza y en la medida en que vaya creciendo será mayor la afectación. En teoría La Niña sería moderada”, proyectó. 

 

Cuando hay  Niña se incrementan las lluvias al año siguiente de aparecer el fenómeno. En el caso de Colombia la última ‘Niña’ se registró entre 2011-2012. “En la parte norte de Colombia que tiene fronteras con Venezuela (Guajira) se produjeron afectaciones en esa época”.

 

En la Guajira sigue habiendo déficit de precipitaciones y esperan que llueva algo hacia mayo y junio.

 

(Panorama)