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¿Qué pasa por tu cabeza cuando mencionan la palabra orgasmo? ¿Cómo te lo imaginas? Cuando pregunto esto, generalmente me contestan que se imaginan el orgasmo largo e intenso, versión película romántica o película porno. La realidad es que hay distintos tipos de orgasmos y, me atrevo a decir, quizá también existen distintos “tamaños.” Esto dependerá de múltiples factores: el nivel de estrés o cansancio del día, qué tan cómoda me siento con la otra persona o cómo es mi vínculo afectivo con ésta, qué tan cómoda me siento con mi cuerpo, qué tanto soy capaz de relajarme y soltar el control, entre otras cosas.

Cabe mencionar que estas razones pueden afectar que el orgasmo simplemente no suceda y esto no es el acabose de nuestra vida sexual, ni quiere decir que no disfrutamos. Habría que empezar por quitarnos las ideas de la cabeza de que un orgasmo es sinónimo de disfrute y que es obligatorio tenerlo en todos nuestros encuentros sexuales. Si efectivamente, nunca lo hemos experimentado, podríamos tomarlo como un foco rojo, que nos avisa que algo está sucediendo con nosotras.

 

De igual forma, solemos ser punitivas con nosotras mismas, y de esta forma, nos ponemos como meta tener orgasmos por todas las vías posibles. Sin embargo, no siempre es posible. De hecho, muy pocas mujeres experimentan el orgasmo vaginal, mientras que la mayoría, suele disfrutarlo vía clitoridea fácilmente.

 

Es cierto que las mujeres tenemos un potencial multiorgásmico, es decir, que podemos tener varios orgasmos a la vez y por varias vías. A continuación, te comparto las siete principales:

 

Cerebro

El órgano más importante en la sexualidad es el cerebro. Recordemos que el orgasmo es subjetivo y el llegar a él tiene mucho que ver con nuestros constructos sexuales y la manera en cómo integramos el placer. Por ello, la primera vía por la cual disfrutamos, es justo ésta.

 

Pechos

¿Cuántas veces no hemos escuchado mujeres que dicen lograr el orgasmo por este medio? Aunque es en menor porcentaje, existen mujeres que si son estimuladas con la boca o dedos en la zona del pecho, pueden lograr orgasmos intensos y muy placenteros. Sólo es cuestión de disfrutar las sensaciones que la estimulación les provee.

 

Clítoris

Es la vía por la que la mayoría de las mujeres pueden lograr fácilmente el orgasmo, ya sea estimulando con la boca o manos. La parte más sensible de esta zona, es la parte superior izquierda.

 

Vagina

Es común que lograr un orgasmo vaginal se persiga socialmente de manera frenética. Sin embargo, el porcentaje de mujeres que lo logra es reducido. Esto no quiere decir que exista algo que no esté bien con nuestro cuerpo, que seamos anorgásmicas o preorgásmicas, simplemente hay que ayudar al cuerpo. Esto lo podemos hacer por medio de los ejercicios de Kegel (la serie de contracciones vaginales). Aún así, quizá no suceda a la primera; implica ser pacientes y descubrir todas las sensaciones que el proceso brinda a nuestro cuerpo.

 

Punto G

 

Está en la parte interior de la vagina, casi a la entrada, en dirección hacia el ombligo. Es fácil ubicarlo pues la textura es distinta a las paredes vaginales, se siente como una especie de “callito”. Lo único que hay que hacer es estimularlo dando un pequeño masaje con los dedos anular y medio, con movimientos suaves y rítmicos como si tocáramos un timbre.

 

Ano

El secreto del orgasmo por este medio tiene que ver con la estimulación que se brinde, ya que no acostumbramos hacerlo. Para ello, se requiere del uso de lubricantes, para que exista mayor comodidad y por ende, disfrute.

Punto U

 

Se refiere a la uretra, que puede ser estimulada con los dedos o la boca. El orgasmo por esta zona es tan intenso como el que se da por punto G.

 

Recuerda que es importante que las mujeres trabajemos en nuestro potencial erótico, que constantemente descubramos y redescubramos todas las sensaciones que podemos experimentar. A lo largo de nuestra vida sexual podemos prestar atención a cómo vivimos nuestro potencial orgásmico, habrá veces que los orgasmos sean más chiquitos que otros, en otras ocasiones, quizá, más intensos, a veces más leves, y no por ello menos disfrutables. Dependen del momento y las circunstancias que estemos viviendo. De igual forma, puede suceder que a veces no aparezcan, pero recuerda que esto no significa que nuestros encuentros sexuales hayan sido poco disfrutables.

 

Es básico respirar y relajarse para que los orgasmos fluyan. Te invito a que te permitas estas maravillas, y mejor aún, que las compartas con la otra persona. ¡Empieza hoy!

 

(Culturacolectiva.com)