EARLE-C.jpg

Los imperios desprecian a los que se les arrastran. Mientras más lo hagan, más los humillan. Nada gana la Mesa de la Unidad pidiéndole a EE.UU. que sancione a Venezuela, su propio país (en teoría). A los que se mantienen dignos e irreductibles, las potencias pueden odiarlos, pero en el fondo los respetan. Cuba es un digno ejemplo, como ayer lo fue Vietnam. El “apoyo” que ofrece la MUD a la agresión de EE.UU. contra Venezuela, solo provoca el desprecio y la náusea del imperio.

 

(Ccs Caracas)