cesarlaactual1.jpg

La dictadura impuesta por Washington la apresó y torturó. No la doblegó. Luchó hasta convertirse en la primera mujer Presidenta de Brasil.

 

Los esbirros esperaron agazapados, mientras el imperio hacía su labor de zapa. La espiaron, la asediaron, la boicotearon.Le jugaron sucio en el Mundial de Fútbol, salió avante, con un técnico de excepción como Lula.

 

El miércoles la volvieron a faulear. No se arredró. Sigue batallando en el centro del campo, al frente de su equipo, de su pueblo.

 

(CO)