El ciclista olímpico José Antonio Escuredo ha denunciado que fue embestido de forma intencionada por un taxista en Olot el pasado viernes mientras regresaba a su casa después de un entrenamiento con la selección venezolana de ciclismo, de la que es seleccionador y a la que consiguió clasificar para los Juegos Olímpicos de Río. Su sueño era estar el próximo verano también en los Juegos Paralímpicos como piloto del tándem de José Enrique Porto, con deficiencia visual, pero su sueño se ha complicado. Tiene rotas varias costillas, una de ellas le perforó un pulmón, también tiene rota la escápula y problemas en el esternón. «Ahora mismo necesito ayuda para todo», dice a MARCA vía telefónica desde su casa. En tres semanas es el test decisivo y no llega.

 

Escuredo recuerda perfectamente todo lo sucedido hasta el momento del atropello. «Me pasó un taxista rozando, casi me toca y le recriminé al parar en un semáforo que no hubiese guardado la distancia de seguridad. Iniciamos entonces la típica discusión de toda la vida entre coches y ciclistas. Giré para donde tenía que ir y unos 300 metros más adelante oigo una aceleración impresionante detrás de mí y lo siguiente fue despertarme en el suelo rodeado de gente, ambulancias y hasta mi madre, que pasaba de casualidad. Perdí la consciencia. Lo último que recuerdo es el acelerón detrás de mí», relata indignado.

 

Oí una aceleración impresionante detrás de mí y lo siguiente fue despertarme en el suelo rodeado de gente, ambulancias y hasta mi madre»

Tiene claro que no fue un accidente sino deliberado y no sólo por el acelerón que escuchó. «Unas chicas vieron todo y le hicieron una foto a la matrícula, que le enseñaron a la policía. Y una señora oyó cómo el taxista decía: ‘Te vas a enterar’. Así que imagínate cómo vociferaba para que le oyese. No sé qué se le pasaría por la cabeza», reflexiona.

 

«Esto no es un accidente, ni una pelea, esto es como coger una pistola y pegar un tiro a alguien. Él no puede medir los daños que me va a hacer al embestirme, no puede medir que sólo me caiga y me rompa algo o que me deje inválido o me mate. ¿Qué quería hacerme? Los doctores me han dicho que gracias a mi masa muscular en la parte superior he aguantado, porque esto es lo mínimo que me podía haber pasado», añade.

 

El medallista olímpico de ciclismo en pista en Atenas 2004 tiene fracturadas varias costillas, la escápula, la pierna izquierda muy inflamada, una pequeña fractura en el esternón y el pabellón auditivo tocado. Pero lo peor fue que una costilla le perforó la pleura, le entró aire en el pulmón y tuvo que estar 24 horas con oxígeno en el hospital. Ayer recibió el alta y ahora le toca recuperarse en casa a base de no moverse mucho y de calmantes para el dolor.

 

El taxista, en libertad con cargos

Horas después el taxista se presentó a la Policía confesando que había atropellado a un ciclista. Este lunes, Escuredo ha presentado la denuncia y el taxista ha declarado en el Juzgado de Instrucción número de 4 de Olot. Después de la declaración, el juez ha acordado para el taxista libertad provisional con cargos, por los delitos de conducción temeraria, daños y lesiones agravadas.

 

El magistrado ha acordado una serie de medidas cautelares como la intervención del permiso de conducir, la privación de conducir vehículos de motor y ciclomotores, la prohibición de aproximarse a la víctima a menos de 100 metros (de su domicilio, lugar de trabajo) y también la prohibición de comunicarse con él. Además, el acusado deberá comparecer en el juzgado siempre que éste lo requiera

 

Su sueño de estar en los Juegos Paralímpicos de Río se complica

José Antonio Escuredo quería hacer doblete este verano en Río; en los Olímpicos como seleccionador de Venezuela y en los Paralímpicos como piloto. Es verdad que hasta la segunda cita (del 7 al 18 de septiembre) queda mucho y le da tiempo de sobra a recuperarse, el problema es que en tres semanas el seleccionador nacional realizará un test para terminar de decidir los componentes de la selección que llevará a Brasil y para entonces sí que no va a esatr recuperado.

 

Tenía la ilusión de ser el único español con medalla olímpica y paralímpica en Río»

«Tenía la ilusión de ser el único español con medalla olímpica y paralímpica pero el taxista lo ha estropeado totalmente. Tenía la esperanza de hacer bien el test, pero no puedo. Si el dolor me lo permite, en una semana estoy montado en una bici estática, pero no haré las series que me tocaban a la intensidad que debía. Hay que ser realistas. En otro momento esto sería el fin del mundo, pero ya ya hice lo que hice en el deporte y ahora todo esto es extra. Si al final no se puede, lo aceptaré. Con los años he aprendido a relativizar», reconoce.

 

«Ojalá pueda estar en los Paralímpicos y si no, mala suerte», añade. Pero si al final no va a los Juegos, no descarta seguir en el tándem con Porto, con el que apenas había rodado cinco veces antes del último Mundial en el que no consiguieron medalla pero sí unos buenos resultados. «Si Porto tiene la intención de seguir, por mí no hay problema. Cuando se me ponen las cosas difíciles, más me gustan. Me gustan los retos, voy a muerte. Dime que no puedo y entonces lo hago, eso me ayuda, es un estímulo muy grande. Además, yo soy de los que me moriré encima de la bici porque no entiendo la vida sin el deporte».

 

(Marca.com)

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